El comunicado se ha emitido tres días después de conocerse el plan de reestructuración de la empresa de Osaka, que para superar el bache que atraviesa prevé recortar su plantilla en casi 11,000 puestos en todo el mundo y vender activos para generar más de 2,000 millones de euros.
El acuerdo anunciado hoy por la compañía ha sido rubricado con sus principales acreedores, la rama corporativa del banco Mizuho y el Tokyo-Mitsubishi UFJ, y se mantendrá en vigor hasta el 30 de junio de 2013.
El contrato expirará antes de que venzan en septiembre de 2013 las obligaciones convertibles emitidas por la empresa por valor de 200,000 millones de yenes (1,996 millones de euros), cuya forma de abono estudiarán las instituciones financieras implicadas, según detalló un portavoz de Sharp a la agencia Kyodo.
Aunque el crédito recién obtenido alivia los apuros más inmediatos del fabricante de electrónica, Sharp aún está pendiente de ejecutar otras medidas vitales para su futuro, como cerrar los detalles de su alianza estratégica con la taiwanesa Hon Hai.
Gracias a su plan de reestructuración la empresa espera salir de números rojos durante el próximo año fiscal, que en Japón comienza en abril de 2013, y lograr en ese ejercicio un beneficio neto de 14,600 millones de yenes (145 millones de euros).
El ajuste produce después de que Sharp registrara en 2011 una pérdida neta récord de 376,000 millones de yenes (3,749 millones de euros), mientras que para el ejercicio 2012 prevé perder unos 250,000 millones de yenes (2,493 millones de euros).