Con el acuerdo, Seúl busca que se le acredite la baja de su emisión de gases de efecto invernadero, cuyo objetivo es abatirla 37 por ciento para 2030 sobre la base de 850.6 millones de toneladas de dióxido de carbono actuales.
El objetivo de Tegucigalpa es reducir sus pérdidas de energía en las líneas de distribución, que suma 32 por ciento de la electricidad que conducen, cifra que casi triplica el promedio regional y de América del Sur.
Esta cooperación quedó formalizada en memorandumes de entendimiento cuya firma fue atestiguada por la presidenta surcoreana Park Geun-hye y su par hondureño Juan Orlando Hernández, reunidos este lunes en Seúl.
Ambos mandatarios se reunieron en la capital surcoreana en el marco del primer viaje de Hernández a la zona asiática desde que tomó posesión en 2014, recordó la agencia Yonhap.