"Se cree que la visita del presidente Macron se convertirá en un motor importante para reiniciar las relaciones entre China y Francia en la era posterior a la pandemia y creará un nuevo patrón para el desarrollo de las relaciones entre ambos países”, afirmó en una entrevista a un medio francés el embajador chino en París, Lu Shaye, en declaraciones recogidas por el diario oficialista Global Times.
A su llegada este miércoles, acompañado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el líder galo se dirigirá a la comunidad francesa residente en el país asiático a través de un discurso, justo antes de encaminarse a la inauguración de un festival cultural sino-francés.
Tras el primer día, el mandatario francés se reunirá el jueves con el presidente de China y secretario general del Partido comunista de China, Xi Jinping, en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, antes de volver a verse las caras con el dirigente chino y Von der Leyen en un encuentro trilateral.
Durante estas reuniones se tratarán temas importantes como la guerra de Ucrania y el posible apoyo militar de China a Rusia, además de profundizar en el objetivo europeo de “buscar un camino que lleve al final de la guerra a medio plazo”.
Macron también se reunirá el jueves con el primer ministro de China, Li Qiang, y el presidente de la Asamblea Nacional Popular (Legislativo), Zhao Leji, para completar conversaciones sobre temas relacionados con el cambio climático, la seguridad alimentaria y las cuestiones ambientales.
El viernes, ya sin Von der Leyen, viajará a la ciudad Cantón, perteneciente a la provincia sureña del mismo nombre donde tendrá un encuentro con estudiantes chinos de la Universidad Sun Yat-Sen e inversores chinos, además de volver a cenar con Xi.
Los medios locales destacan que esta será la primera vez que un presidente francés visite la ciudad y afirman que gran parte de la delegación que acompaña el mandatario tiene intereses económicos en la región, como Airbus, EDF, Alstom o Veolia, por lo que en el viaje buscarán cerrar acuerdos comerciales.
También resaltan que viajar a otras ciudades que no son Pekín es una costumbre para Macron, al haber visitado Xian y Shanghái en sus anteriores estancias en el gigante asiático.
Este viaje de Macron es el segundo a Pekín de un dirigente europeo, tras el que cerró el pasado viernes el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, después de la visita de Xi a Moscú de la pasada semana, en la que el líder chino y el presidente ruso, Vladímir Putin, mostraron la solidez de su relación.