Explicó que desperdiciar los alimentos provoca hambre y afectaciones tales como la contaminación de los suelos, cambios en el clima, deterioro de áreas cultivables, disminución de agua de consumo humano, razones por las que es difícil incrementar la producción mundial de alimentos.
Asimismo, consideró que la falta de apoyo tecnológico y de experiencia profesional, ocasionan también que los productores en busca de áreas de cultivo provoquen deforestación y agoten más rápidamente la tierra y el agua disponible.
Por lo que, celebró que la Cruzada Contra el Hambre contemple dos objetivos primordiales, aumentar el ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas y minimizar las pérdidas post-cosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización.
Agregó que actualmente el gran reto es lograr la sustentabilidad, acción por la cual los países deben transferir conocimientos; tecnología accesible; incrementar las inversiones y políticas públicas para disminuir el consumo energético; promover cambios en las expectativas de consumo.