De acuerdo con la información, hasta un 40% de las adolescentes embarazadas, atendidas por diversos grupos civiles, reconocen que decidieron como proyecto de vida ser madre debido a la falta de oportunidades, educación, información, empleo y no tener un lugar en la sociedad.
Además de ser responsables de efectuar las labores domésticas y hasta cuidar de los hermanos.
De acuerdo a un estudio elaborado por el Observatorio de la Gobernanza para la Cooperación y el Desarrollo, al año en Quintana Roo nacen cinco mil bebés, cuyas madres son menores de 19 años
Mayra Samaniego, integrante de la Red Quintanarroense por los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Juventudes, consideró que esta cifra es, en gran medida, producto de que la población en este edad no goza del pleno derecho a la libertad de sus derechos sexuales y reproductivos, derivado de múltiples barreras estructurales, así como de las perspectivas y enfoques limitados que se utilizan.
Agregó que mientras en el 2009 se tenía una tasa de 69 adolescentes embarazadas por cada mil mujeres, hacia el 2014, la cifra se incrementó a 77, siendo el reflejo de que a los jóvenes se les considera como sujetos de derecho, es decir; no se les faculta para ser ellos quienes tomen sus propias decisiones sobre el ejercicio de su sexualidad.
De acuerdo con un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la entidad residen 277 mil adolescentes, que representan el 17.6 por cierto de la población total; además de que en los últimos 15 años se han presentado tres mil 42 nacimientos en los que la madre era menor de 15 años.
De hecho, según el mismo Inegi, Quintana Roo mantiene el primer lugar a nivel nacional en registro de embarazos adolescentes de entre 15 y 19 años.
Ante esta situación, el 25 de julio se integró la Red Quintanarroense por los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Juventudes.
En un comunicado, se indicó que este grupo consiste en una articulación de 14 organizaciones con trayectoria en la defensoría y promoción de derechos humanos -especialmente derechos sexuales y reproductivos- mediante acciones de incidencia, capacitación, servicios, comunicación e investigación.
Areli Sánchez Flores, vocera del grupo, señaló que el objetivo de la Red es contribuir al ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes en el estado de Quintana Roo.
Consideró que era de suma relevancia el establecimiento de esta Red, para la coordinación de acciones de incidencia conjuntas desde sociedad civil que contribuyan a mejorar las condiciones para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos desde una perspectiva de juventudes, género e interculturalidad.
En este mecanismo participan organizaciones como el Centro Integral de Atención a la Mujer (CIAM), Círculo Social Igualitario, México y Caribe Jóvenes, Servicios de Salud Sexuales y Reproductivos (Seedssa) y Red Positiva, entre otras.
Se conformaron en la Red Quintanarroense por los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Juventudes, como parte de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, en lo que Quintana Roo, era uno de los 10 estados que aún no se había sumado.
Antes, el 6 de julio, se instaló el Grupo Estatal de Prevención del Embarazo en Adolescentes (GEPEA).
En esa ocasión, Román Quian Alcocer, secretario de Gobierno en la administración de Roberto Borge Angulo, destacó que Quintana Roo ocupa el lugar 20 nacional en materia de embarazos entre menores de edad, “toda vez que la tasa de fecundidad en adolescentes ha realizado un importante avance en materia de reducción”.
“En el año 2009 nos encontrábamos en primer lugar con una tasa de 96.4 y desde el 2014 se logró bajar la tasa al 65.1 por ciento, que resulta menor que la media nacional que es de 65.7”, resaltó.
Román Quián aclaró que la instalación del GEPEA forma parte de la estrategia nacional que precisamente busca atender la problemática del embarazo entre menores de edad.
En este sentido, afirmó que la importancia de contar con un GEPEA es porque el embarazo puede truncar la educación de las y los adolescentes, pero la de ellas con mayor frecuencia.
A manera de ejemplo, el Secretario Técnico del Consejo Estatal de Población (Cespo), Miguel Ángel Bolio Ham, citó que en 2010, el 17.7 por ciento de las mujeres menores de 18 años y 30.7 por ciento de las menores de 15 años que se embarazaron dejaron de ir a la escuela.
Agregó que otra problemática, independientemente de las complicaciones de salud para el producto, es que el embarazo también afecta las oportunidades laborales y los ingresos de las adolescentes, obstaculizando la meta de reducir la transmisión inter-generacional de la pobreza.