Oasis contra Blur

Quién iba a decir a los Gallagher y a Damon Albarn que más de 25 años después iban a revivir sus peleas fuera de los escenarios en un campo de fútbol. Ya no importa quién gana más premios o qué sencillo vende más copias. Ahora la batalla se libra en un campo de fútbol, con Liam y Noel enfundados en la bufanda del Manchester City y con Albarn vistiendo la elástica de Gianfranco Zola del Chelsea de los 90.

Etiquetas: 

"Aquellos años lo pasamos de puta madre, tío", le dijo un nostálgico Albarn a Noel hace no tantos años en un bar de Londres. Se estaban emborrachando juntos, rememorando todo lo que ocurrió a mediados de los 90, cuando estalló la guerra del britpop y cuando una rivalidad entre bandas era el día a día de los tabloides británicos. Porque Oasis y Blur eran dos estilos contrapuestos, como hoy podrían serlo el Chelsea de Thomas Tuchel y el Manchester City de Pep Guardiola, aunque las personalidades de sus cantantes no se adapten a la de estos.

Oasis era la clase obrera que bebía de los Sex Pistols y que se refugiaba en las drogas, la cerveza y el fútbol para olvidar la patética vida a la que les arrastraba haber nacido en el norte de Inglaterra. "Manchester City, drogas, mujeres y Oasis. En ese orden", llegó a decir uno de los miembros de la banda. Noel y Liam eran la rabia de haber crecido con un padre que abusaba de ellos y que salió huyendo para volver años más tarde a lucrarse con el lujo de sus vástagos. El mismo padre que les inculcó ese amor por el City cuando les llevó a Maine Road -el estadio que llenarían durante dos noches consecutivas en 1996- para ver un partido contra el Newcastle United en 1971.

Blur era el grupo de los niños pijos de Londres. Las canciones que suenan en las brillantes calles de Fulham, donde a día de hoy sigue retumbando "Parklife" antes de cada partido del Chelsea. Albarn era un chico de bien, estudiante, educado, alejado de los líos de sus contemporáneos. A él nunca le hubieran deportado de un barco a Ámsterdam como le ocurrió a Noel y Liam en su primera aventura fuera del Reino Unido.

Eran dos fuerzas hechas para colisionar y los trenes se cruzaron el día que "Some Might Say" se convirtió en número uno. Para celebrarlo, Oasis organizó una fiesta y Alan McGee, el legendario fundador de Creation Records, invitó a Albarn. No había problema entonces, todos eran amigos e incluso se habían reído juntos en los Brit de 1995 donde triunfó el "Parklife" de Blur. Pero claro, se juntaron Liam y el alcohol. Un Liam jovencísimo, de 20 años, que no se callaba nada y al que no controlaba nadie. Es decir, exactamente como el Liam actual. "Na na na somos los números uno y tú no", empezó a cantar el Gallagher a la cara de Albarn, que se fue avergonzado de la fiesta con intención de devolvérsela.

Y lo hizo a su manera. Contraprogramó en agosto de 1995 el lanzamiento de su siguiente sencillo, "Country House", para que coincidiese con el "Roll With It" de Oasis. Un choque de cornamentas, un insulto. Carnaza. Ganó el pijerío de Blur. Por unos cuantos miles de copias, se impusieron a unos Noel y Liam que acabaron ganando a la larga. El éxito del disco "(What's the Story) Morning Glory?" no fue igualado por Blur, y ni siquiera por Oasis, que nunca volvió a rozar cotas de exquisitez tan altas.

¿Calmó eso a Noel? No. "Ojalá Damon y Alex (bajista de Blur) cojan sida y se mueran", dijo a The Guardian meses después de la batalla de los 'singles'. Tuvo que retractarse y decir que el sida era pasarse, que con un resfriado le bastaba. Pero lo "peor" se lo reservaron para la ceremonia de los premios de la música británica, en febrero de 1996.

En una gala en la que arrasaron, con los tres premios más importantes, a mejor grupo, mejor álbum y mejor vídeo, Oasis se rio de Blur en su cara, cantando una versión modificada de "Parklife" (cambiando la palabra Parklife por "Shitlife" (vida de mierda)) al recoger el premio a mejor álbum.

Albarn se cansó y salió de la pelea. Tampoco tenía mucho más que ganar.Se centró únicamente en la música y demostró ser un compositor más completo y polivalente. Tanto con Blur, con el que sacó el exitoso "Blur" en 1997, como en su carrera con Gorillaz e incluso en solitario. Oasis, sin embargo, nunca salió del bucle y cuando ya no les quedó nadie con quién pelearse, se mataron entre ellos.

A los hermanos, al menos, les sigue quedando el vínculo del Manchester City y la espina clavada de que el éxito de la banda no coincidiera con el del equipo. "Mi teoría es que no puedes conseguir que a Oasis y al City les vaya bien a la vez, porque sería avaricioso. Le pasó lo mismo a los Stone Roses. Cuando volvieron, el United fue cuesta abajo", dijo Liam.

Albarn es más sigiloso y acude a Stamford Bridge regularmente. Incluso estuvo en la final de Múnich en la que el Chelsea ganó su primera Copa de Europa como un aficionado más. Tendrá que desempolvar este sábado su camiseta de Zola, mientras Liam recuerda la profecía que hizo una vez.

"¿Qué prefieres? ¿Que vuelva Oasis o ganar la Champions?". "Ganar la Champions, joder" respondió el pequeño de los Gallagher.