El Alto Comisionado dijo que los efectos de contagio regional del conflicto sirio están asumiendo proporciones dramáticas. "Catorce millones de personas actualmente están desplazadas debido a las crisis interrelacionadas en Siria e Irak. Las amenazas de seguridad a los países vecinos están creciendo. Como resultado, hemos venido observando un deterioro constante en el espacio de protección para los sirios que intentan huir del conflicto", dijo Guterres.
Agregó que el ACNUR está observando una fatiga creciente por parte de los países de acogida y, en algunas zonas, un endurecimiento de las políticas dirigidas a los refugiados. Hay crecientes tensiones entre las comunidades, mientras las agencias humanitarias como el ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos luchan para satisfacer las necesidades. Muchas personas, impulsadas por la desesperación, arriesgan sus vidas cruzando el Mediterráneo.
También están aumentando los mecanismos de supervivencia peligros, añadió Guterres, con un número creciente de familias obligadas a enviar a sus hijos a trabajar o a dar en matrimonio a sus hijas adolescentes. Incluso hay noticia de refugiados obligados a recurrir al sexo por supervivencia para poder seguir adelante.
Guterres dijo que sólo una solución política puede poner fin al sufrimiento, sin embargo hizo hincapié en que mientras tal solución no esté a la vista, la comunidad internacional debe hacer todo lo posible para evitar que la crisis se salga de control.
El Alto Comisionado pidió un replanteamiento de las políticas de cooperación para el desarrollo para ayudar a los países de acogida a soportar mejor esta carga excepcional.
Asimismo, la Enviada Especial del ACNUR Agelina Jolie Pitt, quien ha realizado 11 visitas a los refugiados sirios en Irak, Jordania, Líbano, Turquía y Malta desde que estalló la crisis en marzo de 2011, expresó al Consejo de Seguridad que las Naciones Unidas le están fallando al pueblo de Siria.