"Ese era el objetivo, acabar la carrera", dijo el piloto de McLaren a la televisión española tras terminar duodécimo en Shanghai, doblado por los primeros clasificados.
"Por fin he podido dar 56 vueltas", añadió el bicampeón mundial, que cruzó la meta un puesto por delante de su compañero de equipo, el británico Jenson Button.
"Acabando los dos coches tenemos muchos datos para analizar. En cuanto a temperaturas, frenos, baterías... esa información es muy útil", advirtió.
"Estoy contento con eso, pero hay que intentar mejorar en el siguiente", agregó. "Es la primera vez que hago más de 22 vueltas seguidas. Ahora tengo que mejorar el coche y sacarle todo el partido que pueda".
No obstante, Alonso admitió que no cree que en Bahréin, dentro de sólo una semana, el equipo pueda ofrecer muchas mejoras.
"No hay que ser demasiado optimistas. En Bahréin prácticamente serán los mismos coches, así que probablemente veremos una carrera muy similar", dijo.
Alonso no quiso responder a las palabras del finlandés Kimi Raikkonen, ex compañero en Ferrari el año pasado, que por radio pidió de forma despectiva que le quitaran a los McLaren de delante cuando los dobló en carrera.
"Nada que decir. Supongo que vamos muy lentos y les molesta", dijo el español, que señaló que los mayores problemas del McLaren los notó "en la parte media de la carrera".
"Tuvimos algún problema con el alerón de atrás, pero nada que no supiéramos. Tenemos que mejorar en todos los aspectos", advirtió.
El español Carlos Sainz, de Toro Rosso, terminó décimo cuarto, mientras que su compatriota Roberto Mehri, de Manor-Marussia, acabó décimo sexto. (DPA)