Las pérdidas en el trimestre pasado, el primero del año fiscal japonés, contrastan con un beneficio de 43,700 millones de yenes (389 millones de euros) obtenido en el mismo periodo de 2010.
Las ventas de Panasonic se redujeron entre abril y junio un 11 por ciento interanual hasta 1.92 billones de yenes (unos 17,200 millones de euros), resultado de una caída del 8 por ciento en las ventas en Japón y del 13 por ciento en las ventas en el exterior.
El beneficio operativo de la empresa de Osaka se situó en 5,600 millones de yenes (49.9 millones de euros), lo que supone una caída del 93 por ciento en respecto a los 83,800 millones de yenes (747 millones de euros) del mismo trimestre del año pasado.
Entre abril y junio "la economía de Japón estuvo en una situación grave" a causa del terremoto del 11 de marzo, aunque "se encontraba ya en la vía de la recuperación con el aumento de las ventas del motor y una creciente demanda de productos electrónicos de bajo consumo", destacó Panasonic en un comunicado.
En vista de las perspectivas de recuperación, la multinacional decidió mantener invariables sus previsiones de resultados para el año fiscal, en el que espera ganar unos 30,000 millones de yenes (267 millones de euros) y lograr un beneficio operativo de 270,000 millones de yenes (2,407 millones de euros).
Respecto a la firma Sanyo, cuya adquisición completó el pasado 1 de abril, Panasonic informó de que entre abril y junio registró un descenso de sus ventas del 22 por ciento, hasta 324,000 millones de yenes (2,888 millones de euros), principalmente por las caídas en el sector de dispositivos y cámaras digitales.
Tras la compra de Sanyo, Panasonic se ha embarcado en un plan empresarial que, según anunció en abril, incluirá el recorte de unos 17,000 empleos en el mundo durante los próximos dos años, después de haber reducido desde marzo de 2010 otros 17,650 puestos de trabajo.
Además, fuentes del sector indicaron hoy a la agencia local Kyodo que el grupo tendría previsto vender las divisiones de electrodomésticos de Sanyo en Japón y el Sudeste Asiático al grupo chino Haier a partir de marzo de 2012, en una operación que se estima en unos 10,000 millones de yenes (89 millones de euros).