¿Leyó Trump a Maquiavelo?

El 20 de enero Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos de América. Al día siguiente millones de personas en ese país y en el resto del mundo se unían para manifestar públicamente su rechazo a lo que durante su campaña anunció como Plan de Gobierno.

Por Armando Luna Canales

Durante la marcha en Washington, Michael Moore mostró un ejemplar del Washington Post, que en ocho columnas anunciaba que Trump tomaba el poder. Moore cierra su intervención rompiendo el diario, mientras dice que el poder está en la gente ahí reunida. En esta misma línea, el expresidente Obama, en su último mensaje desde su encargo, hablaba sobre el poder de la Constitución. Dijo que sin duda es un pergamino importante, pero que lo que le da poder es el pueblo, las personas.

Casi todos los sistemas en el mundo democrático coinciden en el poder originario del pueblo. Pero que paradoja cuando la decisión del pueblo no es igual al resultado que produce la maquinaria democrática. Caso concreto, se me ocurre la contradicción del sistema electoral norteamericano. Quien obtuvo más votos no será quien gobierne.

Las marchas de descontento parecieran no llevar a ninguna parte, salvo a procesar el enojo, pero la misma Constitución reserva a ese pueblo soberano la posibilidad de cambiar al gobierno.

Dudo mucho que las marchas en el mundo consigan que Trump haga algo distinto a lo que tiene pensado hacer, pero lo que sí creo es que el resto de los actores políticos norteamericanos harán lo necesario para contener aquellas acciones que a nadie convengan.

Entiendo el sistema norteamericano como una democracia efectiva en la que los contrapesos existen y funcionan. No creo que sea necesaria una rebelión para detenerlo, aunque estoy seguro que el descontento sin duda sensibilizará al resto de las instituciones.

Creo, al igual que algunos estadounidenses, que se trata de promesas de campaña, necesarias para obtener el triunfo pero de imposible cumplimiento. Ya lo dijo Maquiavelo hace siglos: “…aquellos príncipes que lograron los mayores éxitos no lo hicieron cumpliendo sus promesas”.

 

 

Armando Luna Canales es diputado federal por Coahuila y presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la LXIII Legislatura