Es fundamental para México elevar la renta petrolera y los ingresos así como incrementar las reservas de petróleo y gas para elevar la producción de hidrocarburos, ya que en los últimos años la producción de petróleo disminuyó de 3.3 millones de barriles al día en 2003, a 2.5 millones de barriles al día en la actualidad.
Para aumentar la capacidad de operación de Petróleos Mexicanos que ahora se convirtió en una Empresa Productiva del Estado, Ley de Hidrocarburos establece cuatro tipos de contrato a los que podrán acceder Pemex y particulares en forma individual o en asociación, pero siempre bajo la premisa de que los hidrocarburos en el subsuelo son propiedad de la Nación.
Dichos contratos son:
-Contrato de Utilidad Compartida. El particular recibe la contraprestación en efectivo con base en un porcentaje de la utilidad por la venta del hidrocarburo.
-Contrato de Producción Compartida. El particular recibe como contraprestación un porcentaje de la producción de hidrocarburos.
-Contrato de Licencia. La contraprestación puede ser mediante la enajenación de hidrocarburos una vez que se extraigan del subsuelo.
-Contratos de Servicios. A cambio de una contraprestación de acuerdo con la naturaleza del servicio. El riesgo del particular está asociado al ámbito financiero y operativo más no al de la producción.
La ley establece el modelo de asignaciones de áreas para la exploración y producción, pero éstas sólo pueden concederse a Pemex y las Empresas Productivas del Estado, prueba e ello es la denominada Ronda Cero que la Secretaría de Energía (Sener) asignó a Pemex.
Mediante ese esquema, a Pemex se le asignaron 83 por ciento de las reservas petroleras 2P, que suma las probadas y las probables, y 21 por ciento de los recursos prospectivos del país, es decir el 100 por ciento de lo que solicitó en las reservas 2P y el 67 por ciento de lo que pidió en los recursos prospectivos.
El tamaño del área asignada a Pemex en esta ronda alcanza una superficie cercana a 90,000 kilómetros cuadrados, lo que equivale a 20,600 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, que alcanzan para 15 años y medio de explotación y otros cinco años en superficies de exploración; es decir, 20 años y medio, calculados a un ritmo estimado de producción de 2.5 millones de barriles diarios.
Para licitar los proyectos para la exploración y explotación de hidrocarburos, la Sener asignará las áreas, con el apoyo de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH); otorgará y revocará las asignaciones, establecerá el tipo de contratos a realizar, diseñará los contratos y autorizará los planes de exploración y desarrollo de los campos gasíferos y/o de petróleo.
A su vez, la CNH licitará, administrará y supervisará los contratos; dictaminará y supervisará los planeas de exploración y de desarrollo, al tiempo que autorizará estudios de sísmica (para la detección de reservas).