Repsol se retira de subasta de megayacimiento en Brasil

La petrolera Repsol desistió de participar en la subasta del megayacimiento brasileño de Libra, anunció hoy el canal televisivo GloboNews, remitiéndose a voceros de la empresa española.

La información fue confirmada al portal UOL -del diario "Folha de Sao Paulo"- por asesores del gobierno de Dilma Rousseff, y hace reducirse a diez el número de empresas que intervendrán en la licitación programada para realizarse en la tarde de este lunes en Río de Janeiro.

Temeroso de las protestas contra la "privatización" del petróleo que movilizan a funcionarios de la estatal Petrobras y de grupos nacionalistas, el gobierno desplazó a 1,100 efectivos de las Fuerzas Armadas, apoyados por policías, para aislar el lugar de la subasta, en el barrio Barra da Tijuca.

Según la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), con reservas estimadas en entre 8,000 y 12,000 millones de barriles, el campo de Libra tiene el potencial de duplicar las reservas brasileñas de crudo -que suman 15,300 millones de barriles- y de gas natural, estimadas en casi 460,000 millones de metros cúbicos.

Además de Repsol -que intervendría conjuntamente con su socio en Brasil, la estatal china Sinopec-, y de la brasileña Petrobras, se inscribieron para participar en la subasta la francesa Total, la anglosajona Shell, la colombiana Ecopetrol, las chinas CNPC y CNOOC, la japonesa Mitsui, la india ONGC, Petrogal -empresa portuguesa subsidiaria de Galp-, y Petronas, de Malaisia.

El número de participantes es muy inferior al de 40 empresas inicialmente esperadas por el gobierno de Dilma Rousseff. La disputa no atrajo el interés, por ejemplo, de algunos gigantes del sector petrolero, como las estadounidenses Exxon Mobil y Chevron y las británicas BP y BG.

La subasta de Libra se realizará bajo un nuevo sistema aprobado por el Congreso para la concesión del derecho a explotar las gigantescas reservas de petróleo y gas descubiertas en la década pasada en aguas ultraprofundas de la llamada capa pre-sal del litoral brasileño, a unos 8,000 metros de profundidad.

La nueva normativa le asegura a Petrobras una participación mínima del 30 por ciento en todos los consorcios y el derecho a ser la única operadora de los yacimientos.