"Siguiendo con su compromiso de apoyo a los lectores, Amazon anuncia que ha presentado un recurso ante el Consejo de Estado impugnando la legalidad de la Orden del 4 de abril de 2023, que pretende imponer gastos de envío obligatorios a los consumidores al comprar libros en línea", indicó Amazon Francia en un comunicado.
La medida, que fue adoptada para proteger a las librerías tradicionales, fija los gastos en un mínimo de 3 euros por cada pedido de libros inferior a 35 euros, con efecto a partir del 7 de octubre de 2023.
Amazon dice apoyarse sobre todo en las "fuertes reservas" expresadas por la Comisión Europea respecto a la iniciativa y que alega que existen alternativas para apoyar las librerías sin penalizar la lectura ni el poder adquisitivo de los consumidores.
La plataforma en línea también adujo que las librerías están concentradas en las grandes ciudades y que "más del 90 % de lo 35,000 municipios franceses no tienen una" en su territorio, por lo que el "45 % de los franceses que compran libros por internet lo hace por una cuestión de distancia de los puntos de venta físicos".
La división gala de Amazon también señaló que una tarifa fija de gastos de envío de 3 euros representa "un alza del 40 % del coste de adquisición de un libro de bolsillo a 7.50 euros" y que la medida puede obstaculizar "la distribución de obras de autores autopublicados y de pequeñas editoriales" que llegan hasta a su público gracias a internet.
"Teniendo en cuenta que en Francia se venden más de 400 millones de libros al año, el 17 % de ellos en línea según un estudio de Kantar TNS Sofres para el Ministerio de Cultura, esta medida representaría un coste adicional de varios cientos de millones de euros al año para los lectores franceses", indica el comunicado.
El decreto del Gobierno que debe entrar en vigor en octubre sigue las recomendaciones de la Autoridad de Regulación de Comunicación Electrónica, Correos y Distribución de Prensa (Arcep), que había propuesto en abril de 2022 una tarifa mínima de 3 euros en gastos de envío para todos los pedidos inferiores a 35 euros.
El decreto no afecta, sin embargo, a los pedidos superiores o iguales a 35 euros, para los que el precio mínimo estará en 0.01 euros.
El objetivo del Ejecutivo es incentivar la compra en las librerías francesas, que conforman una de las redes más densas del mundo: se calcula que existen alrededor de 3,500 en el país y que venden aproximadamente la mitad de los libros comercializados en Francia.