El escenario de la despedida de la brasileña descendiente de alemanes, nacida en la pequeña ciudad de Horizontina, en el extremo sur de Brasil, será en la Semana de la Moda de Sao Paulo (SPFW, por sus siglas en inglés), en el desfile de la marca Colcci, con la cual trabaja de manera exclusiva desde 2005.
La adolescente apodada "cigarro" y "Olivia" (por la novia de Popeye) a causa de su flacura, desfiló por primera vez la silueta con la que más tarde rompería con la "dictadura de la extrema delgadez" en Porto Alegre, cuando con 14 años participaba en las finales del concurso "The Look of The Year", en el que obtuvo el segundo lugar.
Desde entonces, su cara - que increíblemente algunos rechazaron por su "nariz ancha"- ocupó las tapas de las revistas más afamadas, y su cuerpo privilegiado, el mismo que le comunicó a través de "señales" que era el momento de batirse en retirada, lució con elegancia y espontaneidad las marcas más reconocidas de la moda mundial.
Pero para cumplir su sueño, que en un principio era ganar 40,000 reales por mes (unos 1,300 dólares), Bündchen enfrentó diversos obstáculos, en especial el que al día de hoy considera le dejó su mayor aprendizaje: las críticas de la que son objeto en forma permanente quienes se exponen en esa vitrina implacable llamada pasarela.
"Tuve que aprender a lidiar con las críticas desde muy temprano", confesó la hermosa brasileña, que para disimular su flacura llegó a ponerse un pantalón debajo del otro.
"A medida que fueron pasando los años, aprendí a no tomar las cosas por el lado personal. Me di cuenta de que siempre habrá críticas y juicios, pero siempre me enfoqué en dar lo mejor de mí y con el paso del tiempo me volví más segura".
Todo indica que logró rápidamente adquirir la seguridad imprescindible, junto a la belleza, para llegar a la cima. Solo dos años después de pisar por primera una pasarela, Bündchen comenzó la carrera internacional que la consagró para siempre.
Mirando las innumerables fotografías que muestran un cuerpo perfecto, incluso las más recientes, cuesta encontrar esos indicios que según la modelo la hicieron tomar la decisión de no desfilar más en forma "oficial".
No obstante, es allí, en su cuerpo, el vehículo de su éxito, donde está la clave para entender su retiro.
"Aprendí a sentir mi cuerpo. Automáticamente mi cuerpo me dice si lo que hago vale la pena y él me pidió parar. Yo respeto mi cuerpo", aseguró la modelo, en una reciente entrevista con el diario "Folha de Sao Paulo".
El haber llegado al tope de su trayectoria también incide en su adiós. "Miro mi carrera y ya me siento muy realizada. Es el proceso gradual del fin de un ciclo", explicó. "Esto es un final, sí. No hay nada en este mundo de los desfiles que me vaya a sumar algo más", remarcó.
El retiro de las pasarelas no significa que el ex "ángel" de Victoria's Secret deje de trabajar ni que cierre definitivamente las puertas para un eventual regreso.
"Voy dejando la vida fluir. Si fuera por alguna causa especial, quien sabe si más adelante no volveré a desfilar", aventuró.
Después de dejar la pasarela del evento en el que comenzó su vida profesional, Bündchen se dedicará a su familia, compuesta por sus dos hijos pequeños y su esposo, el jugador de fútbol americano Tom Brady, y a "proyectos y sueños personales".
La mujer que le dio vida a los diseños de las marcas más destacados del planeta, como Versace, McQueen, Givenchy, Antony Vaccarelo, Emílio Pucci e Yves Saint Laurent, suele lucir atuendos básicos -jeans, camisetas, zapatillas-, cuando pasea junto a sus hijos Benjamín y Vivian por las calles de Nueva York o los Ángeles.
En 2014, su éxito fue traducido en números. Fue ubicada en el puesto 56 de las 100 celebridades más importantes del mundo según la revista Forbes. Ese mismo año, en 2014, se convirtió en la modelo mejor paga del mundo, tras facturar en 2013 unos 47 millones de dólares gracias a sus contratos con H&M, Chanel y Carolina Herrera.
Además de cuidar a su familia y cumplir esos sueños que, advirtió, "no se cuentan", la brasileña nacida junto a su hermana gemela Patricia -hoy su representante- el 20 de julio de 1980, seguirá protagonizando campañas publicitarias, llevando adelante su propia marca de ropa íntima femenina 'Gisele Bündchen Intimates' y proyecta la publicación de un libro. (DPA)