Guillermo Blanco trascendió como prolífico periodista y escritor

El periodista Guillermo Blanco a cinco años de su muerte, ocurrida el 25 de agosto de 2010, es recordado a través de su producción literaria, que incluye más de 15 obras narrativas, siete ensayos y numerosos artículos publicados en diarios y revistas.

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Guillermo Blanco.

El cuentista, novelista, ensayista, cronista y profesor universitario, a lo largo de su carrera fue distinguidos con importantes galardones tales com el Premio Alerce (1959), el de la Academia Chilena de la Lengua (1964) y el Nacional de Periodismo (1999), entre otros.

De acuerdo con su biografía publicada en el portal “guillermoblanco.cl”, el escritor y periodista Guillermo Blanco Martínez nació en Talca, Chile, el 15 de agosto de 1926. Hijo único de Guillermo Blanco Medina y Vicenta Martínez Martín.

Los años de su infancia, que transcurrieron en Talca, influyeron fuertemente en sus obras narrativas, como en los cuentos “Adiós a Ruibarbo” y “La Espera”, y en novelas como “En Jauja la Megistrú”, entre otros títulos.

A los ocho años emigró junto a sus padres a Santiago de Chile, en esos años ya escribía versos estimulado por su madre y su profesor de castellano. Egresó del colegio en 1942 y entró a estudiar Arquitectura en la Universidad Católica.

Tras abandonar la universidad, trabajó por cerca de una década en la Compañía Salitrera Anglo-Lautaro. Durante ese período comenzó a escribir cuentos junto a un grupo de ex compañeros del servicio militar.

Junto a ellos fundó la revista “Amargo”, la cual alcanzó 12 números, entre 1946 y 1948. En esta revista, Guillermo Blanco publicó sus primeros cuentos.

Mientras trabajaba en la compañía salitrera participó en concursos literarios y obtuvo sus primeras publicaciones. En 1954, su cuento “Pesadilla” fue seleccionado para ser parte de la “Antología del nuevo cuento chileno”.

En 1964, apareció “Gracia y el forastero”, una novela que tuvo guardada por siete años antes de publicarla, y que se continúa editando año tras año, superando el millón de ejemplares vendidos en los primeros años de 2000.

A esta novela le siguió “Cuero de diablo”, una colección de relatos donde aparece “El Negro”, un bandido que se convirtió en uno de sus personajes más recordados.

Posteriormente, en la década de los 60, realizó diferentes actividades dedicadas al periodismo; fue redactor de la revista “Finis Terrae” perteneciente a la Universidad Católica, colaboró con la revista “Mensaje” de la cual fue además miembro consultivo y se desempeñó como director en la revista “Rumbos”.

En esa misma época comenzó a dar clases de periodismo en la Universidad Católica, de la que fue vicerrector de Comunicaciones.

Con la llegada de la dictadura, en 1973, Blanco dejó de publicar literatura de ficción, a excepción de su novela “Dulces chilenos” (1977). Su principal labor en esos años se desarrolló en la revista “Hoy”, donde fue parte de su quipo fundador, columnista a través de su “Página en Blanco” y editor cultural.

De acuerdo con la biografía de Blanco redactada por el escritor Jorge Arturo Flores en su portal “cronicasliterarias.wordpress.com”, el trabajo de Guillermo Blanco fue un modelo de síntesis, humor, certeza psicológica, con estilo claro, simple, sin rebuscamiento, y con cierta picardía.

Guillermo Blanco murió a los 84 años de edad en una clínica de Santiago de Chile, a causa de una insuficiencia cardiorrespiratoria, el 25 de agosto de 2010.