La legendaria orquesta cubana Irakere conmemora 50 años con un único concierto en Miami

Chucho Valdés, Paquito D'Rivera y Arturo Sandoval se reúnen este viernes en Miami en un único concierto para celebrar los cincuenta años de la formación de Irakere, la legendaria orquesta cubana de jazz que marcó "un antes y un después en la música", según dijeron los tres en una entrevista con EFE.

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Aunque no estarán todos los integrantes del grupo, los músicos manifestaron que han preparado un repertorio que recordará una época "de cambio cultural" en Cuba en su presentación en el Centro de Artes Escénicas Adrienne Arsht.

"Irakere marcó un antes y un después, ha sido un punto de partida hacia nuevos caminos en lo que es la música, no solamente en el jazz, en el afrocubano o en la música bailable, sino en la música en general", indicó Valdés.

El pianista de 82 años está convencido de que "con el paso del tiempo se ha visto la gran influencia que tuvo este grupo en todo lo que se ha hecho después".

Los artistas se recuerdan como unos "inconformistas" que se reunieron para cambiar las reglas musicales y experimentar con nuevos sonidos, mezclando los tonos africanos y latinos con el jazz, una palabra prohibida por la dictadura castrista porque consideraba que tenía muchas connotaciones relacionadas con el "imperialismo de Estados Unidos".

D'Rivera recuerda que "hubo grandes problemas para formar el grupo" y que funcionarios oficialistas "pusieron todo tipo de trabas" al saber que, como él, habían muchas personas relacionadas con el jazz en ese grupo.

"Lo primero que me advirtió Chucho es que no podía mencionar la palabra 'jazz', a pesar de que eso era lo que había hecho toda mi vida", rememora D'Rivera, ganador de siete premios Grammy latinos.

"Me dijo que tocara como siempre, pero que le pondrían tambores africanos encima para que pareciera otra cosa, así que le llamamos 'música cubana contemporánea'", explicó este jueves durante el último ensayo antes del concierto.

El jazzista cuenta que estuvo dos años "encerrado por orden de las autoridades comunistas" y no cree que el grupo fuera capaz de "plantar cara" al Gobierno de Fidel Castro en una época en la que cada vez habían más voces disidentes en Cuba.

"Era imposible" luchar contra el régimen cubano, subrayó por su parte el trompetista Arturo Sandoval.

"No existía esa posibilidad porque ellos no permiten que nadie le imponga nada ni que ni siquiera que pienses diferente a ellos", indicó el músico, reconocido con siete gramófonos de la Academia Latina de la Grabación.

Los tres miembros más icónicos de la agrupación cuentan que han intentado "hasta el último minuto" de traer a otros integrantes de Irakere que viven fuera de Estados Unidos.

"Hay algunos fundadores que no van a poder estar aquí por problemas de visados, pero al menos aquí estamos tres", se resignaba Valdés aunque se mostró "satisfecho" de la reunión.

Para el hijo del legendario Bebo Valdés, hacerlo en Miami cobra una gran relevancia, especialmente por la gran cantidad de exiliados cubanos que crecieron escuchando la música de Irakere y que llevaban más de 40 años sin verlos en un escenario.

"Aquí está la mayoría del público de esas etapas y están ansiosos por vernos y oír esas canciones, y nosotros por tocar nuevamente", dice el músico.

Valdés se considera un "maestro" para muchos de los artistas latinos que han seguido su estela musical. Sin embargo, reconoce que hay cosas de la música actual que no le "gustan nada" aunque es consciente de que es "otra generación de público y músicos".

"Algunas letras o textos no me parecen que son positivos y no dicen nada. Además, parece que con una maquinita se puede hacer todo y, a veces, hay canciones que parecen plástico", criticó Valdés aclarando que es "muy precavido" por las consecuencias que pudieran tener sus críticas.

Actualmente "hay muchísimas cosas que no tienen calidad", aseguró por su parte D'Rivera al aclarar que no siente así porque "sea un viejo".

"¿Cómo es posible que haya canciones que tengan esa popularidad si son cosas que deprimen más que nada?", se pregunta el músico de 75 años exponiendo que "tiempo atrás había música comercial y muy vendible que tenía una calidad tremenda".

Con todo, los tres consideran que la cita de este viernes debe servir también para "demostrar" la calidad de su música en un momento de la historia en el que prácticamente "no se utilizaba la tecnología" para componer ni para grabar discos.

Aunque, de momento, solo está previsto un único concierto, los tres no descartan hacer más funciones próximamente en otras ciudades.