LeBron James, una estrella con voz política

"Los republicanos también compran zapatillas". La frase atribuida en los '90 a Michael Jordan reflejó la postura de algunas estrellas del deporte de mantenerse alejadas de los problemas políticos y sociales. No es el caso de LeBron James, comprometido y decidido a elevar su voz cuando cree que tiene que hacerlo.

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LeBron James.

El lunes, el astro de los Cleveland Cavaliers emuló a Derrick Rose y junto a su compañero Kyrie Irving y varios jugadores de los Brooklyn Nets vistió durante el calentamiento previo al encuentro una camiseta negra en la que se leía en blanco "I can't breath" (No puedo respirar), la frase que se ha convertido en emblema de las protestas por la muerte de Eric Garner.

La pasada semana, un jurado decidió no acusar al policía que durante una detención agarró del cuello a Garner, que murió como consecuencia del incidente. En un video del arresto se puede ver a Garner, afroamericano, gritando once veces "I can't breath" mientras varios policías están sobre él en el suelo.

La ausencia de acusación levantó una ola de protestas y encendió las críticas contra la violencia policial, sobre todo contra la población negra.

"Es importante para mí dar una respuesta", explicó James el lunes. "Hay muchos asuntos de los que no he hablado. Para mí es una cuestión de conocimiento, de lo que siento en mi interior", agregó el astro, que no quiso politizar su mensaje ni que se entendiera como un ataque a las fuerzas del orden, sino dar su apoyo a la familia de Garner por la pérdida, aseguró.

No es la primera vez que James eleva la voz. En 2012 lideró a sus compañeros de Miami Heat para salir a la cancha vestidos con una prenda deportiva con capucha como la que llevaba el joven negro desarmado Trayvon Martin, al que un vigilante de barrio disparó y mató durante un enfrentamiento en Florida en febrero de 2012.

También lo hizo el año pasado contra Donald Sterling, dueño por entonces de Los Angeles Clippers, tras sus comentarios racistas.

La política en la cancha pone en una difícil posición a la NBA. "Respetamos a Derrick Rose y a todos nuestros jugadores que expresan sus opiniones personales sobre temas importantes", dijo el lunes el comisionado de la liga, Adam Silver, en un cuidadoso comunicado.

"Pero preferiría que los jugadores acaten nuestras reglas de vestimenta en la cancha", señaló, preocupado por que el "I can't breath" supla las tres bandas de la marca adidas.

Silver, elogiado por cómo abordó el escándalo de Sterling, dejó así abierta la puerta a una posible sanción. Jugadores como Irving ya han asegurado que seguirán vistiendo la camiseta negra.

La liga de fútbol americano (NFL) descartó la pasada semana la petición de la policía de St. Louis de sancionar a cinco jugadores de St. Louis Rams que protestaron por que en la cercana Ferguson otro jurado rechazara que el policía Darren Wilson fuera juzgado por la muerte a tiros del joven afroamericano Michael Brown, que iba desarmado.

"El baloncesto es sólo una pequeña parte de la vida. Si (los jugadores) no creen que hay justicia o creen que deberían protestar por algo, deben hacerlo. Es su derecho como ciudadanos y no tengo ningún problema", dijo el lunes el técnico de los Nets, Lionel Hollins.

Jordan no quiso respaldar a un candidato demócrata negro para no poner en peligro la venta entre los republicanos de sus zapatillas, aún hoy un enorme negocio años después de haber dejado el baloncesto.

James parece pensar menos en números si cree que debe defender una causa. Su camiseta es la más vendida de la NBA, una referencia en la cancha y también fuera. (DPA)