Los Juegos de Invierno, un nuevo estímulo para incentivar el consumo en China

Más de 600 millones de chinos siguieron por televisión unos Juegos de Olímpicos de Invierno celebrados sin público y que China busca rentabilizar con el desarrollo de una base de aficionados que impulse el turismo de la nieve y el hielo.

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Ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Invierno Pekín 2022. EFE/JEROME FAVRE

La cifra habrá cumplido las expectativas del presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, que apostó por la magnitud del mercado chino para esta cita olímpica, la segunda que se le concede a Pekín tras albergar los Juegos de Verano en 2008.

Además, hay que sumar el ingente seguimiento que el evento ha generado en las redes sociales, donde los temas relacionados con los Juegos atrajeron más de 2,500 millones de visitas.

Allí brillaron la atleta chinoestadounidense Eileen Gu -también modelo que da su imagen a varias marcas tanto chinas como extranjeras- o la mascota Bing Dwen Dwen, que sumó más de 4,500 millones de discusiones en Weibo, el equivalente chino de Twitter (plataforma censurada en China).

No obstante, la ausencia de público debido a la pandemia dejó a los organizadores sin los ingresos por taquilla, dado que los pocos boletos que hubo disponibles se asignaron bajo invitación.

Deportistas, delegaciones y periodistas llegados del extranjero permanecieron en todo momento en una burbuja sin ningún tipo de contacto con la población local, aunque la dura estrategia anticovid cumplió su función. La mayoría de los positivos -oficialmente, 265 entre 437- se detectó en el aeropuerto tras entrar en el país.

Quienes no faltaron fueron los patrocinadores, entre ellos marcas estadounidenses como Visa y Coca-Cola, que ignoraron el boicot diplomático liderado por Washington a cuenta de los supuestos abusos contra los Derechos Humanos en la región autónoma de Xinjiang, de mayoría musulmana, los cuales Pekín siempre ha negado.

LOS DEPORTES DE INVIERNO, AL ALZA

Entretanto, la prensa china calificó este lunes la cita de "espléndida" y destacaba que el país "ha cumplido su promesa de celebrar unos Juegos seguros" pese a las dificultades sanitarias, algo que, según el diario oficial Global Times, ha transmitido a los chinos "una mayor confianza en su sistema".

Los Juegos eran también una oportunidad para persuadir de la autodenominada "eficiencia" del régimen comunista, si bien voces críticas como el Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC) denunciaron este lunes un nuevo "endurecimiento" de las condiciones para la prensa, con "campañas de acoso" y otras "interferencias" que "dificultaron el trabajo de los periodistas".

Al margen, Pekín también busca que los deportes de nieve y de hielo hagan palanca para estimular el consumo privado, que hasta ahora ha quedado rezagado en la recuperación postcovid, en buena parte basada en las exportaciones y el gasto en infraestructura.

Y es que aunque el presupuesto oficial de los JJOO era modesto, de unos 3.789 millones de dólares (3,350 millones de euros), hay que sumar a esa cifra lo gastado -según algunas consultoras, alrededor de 80,000 millones de dólares- en la construcción de instalaciones y redes de transporte, entre ellos los trenes bala que conectaron Pekín con la localidad de Zhangiakou, también sede del evento.

Con todo, casi 350 millones de chinos han participado ya en deportes de nieve o de hielo, según las autoridades, superando el objetivo fijado para 2022, gracias a que el país cuenta ahora con 654 pistas de patinaje y 803 estaciones de esquí -cubiertas y al aire libre-, un 317 % y un 41 % más que hace apenas siete años.

Muchos de estos centros están en las provincias nororientales del país, que en los últimos años ha pasado por un proceso de desindustrialización que las había dejado a la cola del frenético desarrollo chino: "Solíamos recibir a entre 500 y 600 esquiadores diarios y ya casi doblamos esa cifra", comentó a la cadena estatal CCTV el entrenador Wei Qun desde la gélida región de Liaoning.

En total, los chinos realizaron 230 millones de viajes relacionados con estos deportes en el invierno 2020-21, generando ingresos de 390,000 millones de yuanes (61,570 millones de dólares, 54,196 millones de euros), según el Ministerio de Cultura y Turismo, pero la previsión de los funcionarios es que la industria genere ingresos mareantes por valor de hasta un billón de yuanes (157,875 millones de dólares, 138,965 millones de euros) de aquí a 2025.

"Algunos de estos nuevos 'resorts' no van a poder competir a nivel internacional con destinos más consolidados como Niseko, en Japón, aunque el objetivo es, sin lugar a dudas, desarrollar su gran mercado interno", explica Allison Malmsten, especialista en márketing de la firma Daxue Consulting, al diario hongkonés South China Morning Post.