Mercedes ha ganado en este circuito próximo al Mar Negro, en el entorno de las instalaciones que albergaron los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, en todas sus ediciones desde aquel mismo año, cuando se incorporó al calendario, y todo apunta a que este fin de semana se repetirá la historia en la decimoquinta prueba de la temporada.
El finlandés Valtteri Bottas, que ganó en dos ocasiones en Rusia y regaló otra al heptacampeón del mundo Lewis Hamilton cumpliendo órdenes de equipo, marcó el mejor tiempo en los dos entrenamientos libres de este viernes por delante del de Stevenage, al que está dispuesto a ayudar nuevamente, esta vez con mejor aceptación, según explicó en rueda de prensa.
La categoría reina recuperó la actividad después del incidente del Gran Premio de Italia entre el campeón y el aspirante, Verstappen, y entre el dominio de Mercedes en la primera sesión y la sanción que tenía que cumplir el neerlandés por el accidente de Monza, en Red Bull optaron por un cambio de motor a sabiendas de que les llevaría a la parte trasera de la parrilla.
En esas últimas plazas también estará el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), con una nueva unidad de potencia, una modificación que afecta a la parte híbrida del coche.
El australiano Daniel Ricciardo (McLaren), que ganó el Gran Premio de Italia en una carrera sobresaliente de su equipo, con doblete incluido, también cambió de motor, aunque no penalizará al haber empleado piezas de su grupo.
El sol acompañó en Sochi, pero preocupa la previsión de lluvia para la jornada de clasificación del sábado en un circuito prácticamente plano, con problemas para drenar agua.
En los primeros giros del fin de semana, los Mercedes de Valtteri Bottas (1:34.427) y el británico Lewis Hamilton se instalaron en las dos primeras posiciones, por ese orden, y ya no las abandonaron.
Verstappen se acercó a ambos, Carlos Sainz mejoró y finalizó séptimo, mientras que Alonso (Alpine) se situó décimo, con el mexicano Sergio 'Checo' Pérez (Red Bull) por delante.
El primer test discurrió tranquilo, más allá de que algunos pilotos tuvieron problemas para trazar la curva dos, del esprín que protagonizó uno de los comisarios para limpiar la zona de salida del pit lane con el coche de seguridad virtual, y de un golpe de Lando Norris (McLaren) en la entrada a boxes ya con la bandera a cuadros.
Entre el primer y el segundo entrenamiento se conoció el cambio de motor de Verstappen, que incluye numerosas piezas nuevas como la cámara de combustión, el turbo, la batería, la centralita o el escape.
En medio de las dudas sobre la estrategia a seguir por Mercedes tras el giro de guion de Red Bull, con la posibilidad de apostar también por otra unidad de potencia, Hamilton parecía tener problemas al circular extremadamente lento y tocando el volante, pero la incertidumbre se despejó en cuestión de segundos, cuando recuperó el ritmo.
La segunda sesión tuvo un incidente que se quedó en anécdota, ya que el heptacampeón del mundo se pasó de frenada en la llegada al box y el operario del gato no pudo aguantar el coche y se fue al suelo sin mayores consecuencias.
Más serio fue el accidente del italiano Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo), que perdió el control de su monoplaza y destrozó la parte de atrás del vehículo y las barreras de protección, lo que obligó a sacar la bandera roja y detener la sesión diez minutos.
Alonso llegó a estar al frente de la clasificación (1:34.762) hasta que Bottas pulverizó su tiempo, que también mejoraron, entre otros, Hamilton y el francés Pierre Gasly (Alpha Tauri), el único, junto a los Mercedes, que bajaron de 1:34.
El bicampeón del mundo firmó el octavo mejor tiempo, justo por detrás de su compatriota Carlos Sainz (Ferrari), Verstappen, su compañero en Alpine Esteban Ocon y el McLaren de Lando Norris.
Leclerc finalizó décimo, el mexicano Checo Pérez (Red Bull) fue undécimo y Kimi Raikkonen (Alfa Romeo), de vuelta tras ser baja en las dos anteriores citas del Mundial por Covid-19, acabó en la duodécima plaza, ya en 1:35.