La tasa de interés de los bonos a 10 años aumentó este viernes 2.4 puntos base, con lo que ascendió a 3.22 por ciento, rendimiento que hace un mes era de 2.88 por ciento.
El aumento en la tasa de interés significa que inversionistas se deshacen de sus bonos, lo que provoca que los rendimientos de estos títulos aumenten debido a una menor demanda, así la demanda por bonos y la tasa de interés se mueven de manera inversa.
El movimiento sucedió luego de que el gobierno federal de Estados Unidos informó este viernes que la economía había agregado 134 mil nuevos empleos durante el mes de septiembre, y que la tasa de desempleo se ubica ahora en 3.7 por ciento.
El informe sugiere una economía sólida en plena expansión, lo que en teoría genera un buen ambiente para que inversionistas participen en el mercado de valores.
Sin embargo, una tasa de interés elevada en los bonos aumenta también su atractivo debido a que ofrecen un buen retorno sin ningún riesgo de volatilidad, a diferencia de los mercados accionarios.
En consecuencia, el índice accionario mundial MSCI declinó este viernes 0.6 por ciento luego de que ayer reportara en algún momento una caída de 1.43 por ciento, una de sus más profundas bajas en 2018.
De acuerdo con Mark Kiesel, gerente del fondo de inversión Pacific Investment Management, los bonos se encuentran en su punto más atractivo con respecto del mercado accionario en más de una década.
“Los rendimientos de los bonos representan finalmente una competencia para los dividendos del mercado de valores”, afirmó Kiesel en una entrevista transmitida este viernes por la estación de radio de la agencia financiera Bloomberg.
En ese sentido, los principales índices accionarios de Estados Unidos reportaban este viernes una baja poco antes de terminar la jornada de entre 0.6 y 1.2 por ciento.
Para la semana, el Standard & Poor's acumulaba un retroceso de 1.00 por ciento; en tanto que el Dow Jones perdía 0.1 por ciento; y el Nasdaq acumulaba una baja de 3.2 por ciento.