La compañía con sede en Miami, cuyos servicios son utilizados por 10 millones de personas al año, anunció hoy que en el primer semestre ganó 78 millones de dólares (10 centavos por acción).
Ese dato contrasta con los 125 millones (16 centavos) que perdió en el mismo periodo de 2012, cuando se vio severamente afectada por el hundimiento del "Costa Concordia" en el Mediterráneo, un incidente en el que murieron 32 personas y fue un duro golpe para su imagen.
Sólo durante su segundo trimestre fiscal (marzo-mayo), Carnival ganó 41 millones de dólares (5 centavos por acción), casi el triple que los 14 millones (2 centavos) ganados un año antes.
Sin embargo, la facturación retrocedió en ambos casos: En el semestre fiscal cayó un 0.67 por ciento, hasta 7,072 millones, y en el segundo trimestre descendió el 1.66 por ciento, hasta 3,479 millones.
De cara al futuro, Carnival reconoció que por el momento las reservas de viajes están por debajo del nivel del año pasado en la misma fecha, pese a que ha bajado los precios para atraer más demanda.
Por ello, calcula que cerrará el año con un beneficio por acción de entre 1.45 y 1.65 dólares, frente a los 1.88 que ganó en 2012.
Igualmente, para el tercer trimestre fiscal (junio-agosto), que es el más fuerte para la compañía, prevé ganar entre 1.25 y 1.33 dólares por acción, frente a los 1.53 dólares del mismo periodo del año anterior.
Para mejorar sus cuentas, la compañía se ha propuesto reducir su consumo de combustible en torno a un 23 por ciento respecto a lo que consumía en 2005.
Precisamente el abaratamiento en un 9.7 por ciento del combustible fue un factor que ayudó a mejorar el resultado de Carnival en el segundo trimestre fiscal, así como la reducción de otros costes no operativos.
Además volvió a poner en servicio el "Triumph", en el que invirtió 115 millones en reparaciones y mejoras, después de que en febrero 4,229 pasajeros quedaran varados en el mar durante días por un incendio que dejó con un suministro eléctrico muy reducido al barco, lo que derivó en falta de comida caliente, interrupción de ascensores y condiciones higiénicas deficientes.
Las imágenes de los pasajeros atrapados en un barco gigante al que uno de ellos calificó en una demanda como "un retrete flotante" dieron la vuelta al mundo.
En marzo el "Dream" también sufrió un problema en un generador que obligó a interrumpir un viaje y evacuar de la isla caribeña de San Martín a 4,363 pasajeros y 1,370 tripulantes; al tiempo que el "Legend" tuvo que regresar a puerto por otro problema técnico.
Estos y otros problemas forzaron a la empresa a anunciar en abril un plan de revisión y mejora de sus 102 barcos valorada en entre 600 y 700 millones de dólares.
"El nivel de calidad, variedad e innovación disponible en toda nuestra flota es ahora mayor que nunca", defendió hoy Micky Arison, quien, según anunció también este martes, dejará el cargo de consejero delegado.
La idea es dividir las funciones de presidente y consejero delegado, de forma que Arison mantendrá la primera, pero el 3 de julio pasará el testigo como máximo responsable ejecutivo del grupo a Arnold Donald.
"Siento que éste es el momento adecuado para alinear la empresa con los códigos de mejores prácticas de gobierno corporativo (que recomiendan esta separación de poderes) y entregar las riendas después de 34 años como consejero delegado", dijo Arison.
Sobre la evolución de la compañía, detalló en una conferencia con analistas que todo el grupo está haciendo un gran esfuerzo para mejorar la comunicación con clientes finales y agencias de viajes para informar de sus buenas prácticas y su labor por buscar la máxima seguridad y calidad de su servicio.
Este es un asunto muy delicado para Carnival y para el conjunto del sector que ella lidera, muy sensible a los precios y a los problemas de imagen y percepción de seguridad.
Estas cifras y planes fueron muy bien recibida hoy en la Bolsa de Nueva York, donde hacia la media sesión sus títulos subían un 4.5 por ciento, hasta los 34.73 dólares cada una. (EFE)