El segundo productor de petróleo de Estados Unidos disminuyó su facturación en 2023 hasta 200,949 millones, un 18 % menos interanual que los 246,252 logrados en 2022, en un curso donde el precio del petróleo se vio lastrado por la producción récord estadounidense y las dudas sobre la demanda internacional.
En el cuarto trimestre del pasado año, seguido de cerca por los inversores, la petrolera obtuvo un beneficio de 2,259, un 64 % menos que en el mismo periodo de 2022, mientras que sus ingresos fueron de 47,180, un 16 % menos que los 56,473 millones ingresados entre octubre y diciembre del año pasado.
Traducido en acciones, los títulos de Chevron obtuvieron un beneficio acumulado de 11.36 dólares en 2023 y de 1.22 dólares en el último trimestre.
Con todo, la compañía anunció un aumento del 8 % en su dividendo trimestral a los inversores, y sus acciones crecían alrededor de un 1 % en las operaciones electrónicas previas a la apertura de Wall Street.
En el conjunto del ejercicio pasado, la compañía produjo 3.12 millones de barriles diarios de productos equivalente al petróleo, lo que supuso un aumento del 4 % respecto al año anterior.
El precio del barril de Texas cerró el jueves en 73.82 dólares el barril, y terminó el año 2023 con una reducción acumulada de alrededor del 10 %.
"En 2023, devolvimos más dinero a los inversores y produjimos más petróleo y gas natural que en ningún año en la historia de la empresa", dijo el consejero delegado de Chevron, Mike Wirth.
Wirth también destacó las adquisiciones de las energéticas PDC y Hess (la última aún no finalizada), y su participación mayoritaria en ACES Delta, que se dedica a la energía renovable, como muestra de su compromiso con la "energía cada vez más limpia".