Ecofin retrasa a próxima semana acuerdo sobre liquidación de bancos

Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) dieron la noche del martes un paso más hacia un acuerdo sobre un nuevo esquema para el cierre de bancos en problemas en la eurozona, pero volverán a reunirse el 18 de diciembre para finalizarlo.

El comisario de Mercado Interior de la Unión Europea (UE), Michel Barnier, escribió en Twitter a que se ha alcanzado una "base para el acuerdo".

"Estamos en camino de conseguirlo", dijo el ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble, que avanzó que el próximo miércoles se llevará a cabo una reunión especial, antes de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del jueves y el viernes.

"Hay un marco, la base para un compromiso la próxima semana", afirmó el ministro de finanzas de Lituania -país que ostenta la presidencia de turno de la UE- Rimantas Sadzius.

La Unión Bancaria es el principal proyecto actual de la UE. Con ella se quiere asegurar la estabilidad financiera y evitar que los contribuyentes tengan que pagar por los rescates de las entidades financieras en problemas.

Por el momento ya fue aprobado el supervisor bancario común, que comenzará a funcionar el próximo noviembre. El Parlamento Europeo confirmó hoy en Estrasburgo a la francesa Danièle Nouy para que lo lidere.

Los parlamentarios votaron este miércoles por abrumadora mayoría por la candidata. Nouy, de 63 años, encabezará la supervisión bajo la órbita del Banco Central Europeo (BCE).

El BCE propuso a Nouy, hasta ahora secretaria general del supervisor bancario francés. De esta manera, la entidad hizo frente a las repetidas críticas del Parlamento Europeo por la falta de mujeres en puestos directivos del banco. Ahora los estados de la UE deberán dar su aprobación a la elección.

Mientras tanto, lo que ahora se debate son los detalles del mecanismo de resolución de los bancos en problemas, que entrará en vigor por completo en 2016, un año después de lo previsto.

Uno de los aspectos más controvertidos es la creación de un fondo común para rescatar a los bancos. Por el momento, dicho fondo estará formado por los fondos nacionales ya existentes en los Estados miembros y que dependerán de éstos. Dentro de diez años, los fondos nacionales convergerán en un instrumento común, que podría contar con unos 50,000 millones de euros (69,000 millones de dólares).

Alemania ha luchado para evitar que con la constitución del fondo los bancos germanos no tuvieran que salir al rescate en otros países.

Otra de las cuestiones más discutidas es el órgano sobre el que recaerá la decisión sobre la resolución de los bancos. Berlín ha reclamado siempre que no sea competencia de la Comisión. Según los participantes en el Ecofin, la última decisión la tendrá el Consejo de Ministros, como reclamaba el ministro Schäuble. Pero también habrá un organismo que se ocupe específicamente de esta cuestión y la Comisión tendrá capacidad de decisión.

Según el comisario Barnier, todos los bancos se verán afectados por el sistema de resolución bancaria, aunque en distinto grado.

Los bancos alemanes celebraron este miércoles el preacuerdo para un fondo y un mecanismo de liquidación de bancos europeos en ruinas, mientras que las cajas de ahorro se mostraron renuentes a participar en un fondo europeo.

No es razonable permitir que institutos crediticios regionales estables tengan que responder por grupos bancarios que operan a nivel internacional y de forma arriesgada, opinó el presidente de la Federación de Cajas de Ahorro de Alemania, Georg Fahrenschon.

"El concepto de unión bancaria no puede significar meter la mano permanentemente en el bolsillo de otros", sostuvo y calificó de "correcto" el enfoque del gobierno alemán de operar por un tiempo largo a través de fondos nacionales antes de la creación de un fondo común europeo.

La Federación de Bancos Alemanes, por su parte, calificó la solución de "buen compromiso". El gerente de la entidad, Michael Kemmer, demandó en declaraciones a la emisora Deutschlandradio que los costes sean repartidos de manera equitativa. "En principio no hay nada que objetar, siempre y cuando los demás países europeos ingresen en el fondo común de la misma manera que los alemanes".

En tanto, políticos de la oposición alemana criticaron lo convenido por los ministros de Finanzas a la espera de una decisión final el próximo 18 de diciembre, después de que probablemente se haya formado el nuevo gobierno alemán.