El beneficio neto de explotación se situó en 1,448 millones durante los primeros seis meses del año, un 5 por ciento más que en la primera mitad de 2012, mientras que los ingresos totales del grupo crecieron un 3 por ciento, hasta 10,375 millones.
La compañía atribuye estas cifras al buen tiempo en julio y al volumen de negocio registrado en los mercados emergentes, pero adelanta que no espera cambios significativos en las condiciones comerciales, ya que la incertidumbre económica y la debilidad en el sentimiento del consumidor continuará el resto del año.
El beneficio de explotación en el conjunto de mercados emergentes aumentó un 7 por ciento, lo que supone la mitad del crecimiento registrado por el grupo.
Heineken destaca también que ha logrado un ahorro de 139 millones en este primer semestre gracias a un programa adicional de ajuste.