Este avance del PIB llega en el contexto de subidas de tipos de interés tanto en Corea del Sur como en las principales economías mundiales, y ante la inquietud por una recesión global.
La expansión económica de la cuarta economía de Asia durante 2022 marca así la peor evolución desde 2020, cuando su PIB se contrajo un 0.7 % por el impacto del primer año de la pandemia.
En el cuarto trimestre del año pasado, la economía surcoreana se contrajo un 0.4 % respecto a julio-septiembre, cuando registró a su vez un avance del 0.3 %, según los datos de hoy del BoK que coinciden también con su estimación publicada el pasado enero.
Esta evolución refleja un debilitamiento de las exportaciones de semiconductores y de otros bienes en la coyuntura de inflación global y de problemas en las cadenas de suministro.
Las ventas al exterior de Corea del Sur crecieron un 3.2 % en 2022, frente al avance del 10.8 % un año antes, según los datos del BoK.
El consumo doméstico avanzó por su parte un 4.3 % el año pasado, lo que supone una aceleración frente al 3.7 % de 2021, gracias al levantamiento de las restricciones vigentes por el coronavirus.
En cambio, en 2022 se contrajeron las inversiones en infraestructuras (un 0.5 %), en contraste con el avance del 9 % del año previo. El gasto público subió un 4.1 %, por debajo del incremento del 5.6 % del año previo.
El BoK prevé que la economía nacional crezca a un ritmo aún más bajo en 2023, a un 1.6 %, según su última estimación de finales del mes pasado.
El instituto emisor surcoreano ha situado los tipos de interés en un 3.5 % con vistas a controlar el alza inflacionista en el país, tras aplicar previamente una política monetaria acomodaticia ante el impacto de la pandemia.
La entidad prevé que la inflación se sitúe este año en el 3.5 %, tras suavizarse en los últimos meses después de haber alcanzado el 6.3 % en julio de 2022, la mayor subida en 24 años.