"A pesar del decepcionante verano y de un invierno donde no se espera una mejora notable, existe la esperanza fundada de que la fase actual de debilidad sea transitoria", indicaron los expertos del banco central alemán.
"La economía alemana continuará en un notable buen estado", afirmaron sobre unas cifras potenciadas no sólo por el mercado interno, sino también por las oportunidades en los mercados extranjeros.
A principios de diciembre, el Bundesbank fijó para el próximo año un crecimiento de un uno por ciento y de un 1,6 por ciento para 2016. Sin embargo, la caída de la cotización del petróleo del mar del Norte ha empujado a los expertos a corregir al alza sus pronósticos que podrían ser entre un 0.1 y un 0.2 por ciento superiores a los vaticinados hasta ahora.
En conjunto, el organismo presidido por Jens Weidmann ve para el próximo año un paulatino auge de la economía alemana en base al inicio de un fortalecimiento de la recuperación económica en la Eurozona y del comercio mundial.
"El consumo privado, potenciado por el récord de empleados en Alemania, la subida de los salarios reales y las bajas tasas de interés, continuará siendo el impulsor más importante de la economía alemana", explicaron. (DPA)