El presidente del Bundesbank ha rechazado el programa de compra de deuda

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha reiterado hoy su rechazo al nuevo programa de compra de deuda soberana de los países de la zona del euro con problemas de financiación.

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El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.

El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en la rueda de prensa tras la reunión del consejo de gobierno que sólo hubo un voto en contra del nuevo programa de compra de deuda soberana, sin explicar de quién, pero es conocida la oposición de Weidmann.

El Bundesbank aseguró en un comunicado que Weidmann "destacó en las últimas discusiones su postura crítica sobre la compra de deuda pública por el Eurosistema manifestada repetidas veces".

"Está demasiado cerca de la financiación pública mediante la impresión de billetes", añadió el presidente del banco central de Alemania en un comunicado.

Añadió que "la política monetaria corre el riesgo de ir a parar al remolque de la política fiscal" y que "no debe ponerse en peligro su capacidad de proporcionar estabilidad al valor monetario en la zona del euro mediante intervenciones".

"Si el programa (de compra de deuda) aprobado lleva a que se retrasen las reformas necesarias, se socavará más la confianza en la capacidad de la política monetaria de solucionar crisis", apostilló Weidmann.

Destacó la importancia de que la intervención esté condicionada a que el país al que se ayuda cumpla las condiciones establecidas y que por ello el BCE deberá interrumpir la compra de deuda soberana en caso de que no lo haga.

Además, el Bundesbank critica que con esta intervención el BCE puede redistribuir notables riesgos entre los contribuyentes de diferentes países.

"La legitimación democrática de una redistribución así está en los Parlamentos y en los gobiernos", según Weidmann.

Draghi anunció hoy que la entidad monetaria comprará deuda soberana de los países con problemas, como España e Italia, con condiciones suaves.

El BCE condiciona su intervención en el mercado secundario de deuda soberana a que el país con dificultades de financiación solicite ayuda al fondo de rescate temporal (FEEF) o permanente (MEDE).

Pero el BCE no exige que el país del que compre bonos se acoja a un programa de ajuste macroeconómico completo, como el que tienen ahora Portugal e Irlanda, sino que también aceptará la llamada línea de crédito preventiva, que es menos dura, ya que tiene condiciones y procedimiento más suaves.

Una de estas líneas de crédito preventiva se denomina Enhaced Conditions Credit Line (ECCL) y tiene líneas de crédito entre el 2 y el 10 por ciento del producto interior bruto del país que la solicite.