El TLC entre Panamá y Estados Unidos entra en vigencia con expectativas y preocupaciones

El tratado de libre comercio (TLC) entre Panamá y Estados Unidos entró hoy en vigor, con expectativas del Gobierno panameño de un crecimiento de las inversiones y también temores de los sectores productivos de no poder afrontar la competencia.

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En la imagen, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo panameño, Ricardo Martinelli, en la Casa Blanca en Washington, DC

A partir de hoy al menos el 86 por ciento de los bienes estadounidenses industriales y para el consumidor entrarán sin aranceles a Panamá, que comprará cerca de la mitad de las exportaciones agrícolas de Estados Unidos en esas mismas condiciones, mientras que el resto de aranceles será eliminado de forma paulatina en los próximo años.

La Asociación Nacional de Porcinoculturores expresó a Efe que existe temor entre los productores panameños en general sobre sus capacidades para competir de "igual a igual" con sus pares estadounidenses, quienes, a diferencia de los locales, reciben jugosos subsidios gubernamentales cada año.

En esas condiciones, los productores de porcino consideran como un "sueño" pensar en que podrán exportar su producto a Estados Unidos, añadió el presidente de la Asociación, Layonel Martínez.

Con la entrada en vigor del acuerdo comercial el sector agropecuario aparece como el más vulnerable, si se toma en cuenta que en la última década su aporte al producto interno bruto cayó del 8 por ciento al 3.4 por ciento según datos oficiales citados este miércoles por la prensa local.

De acuerdo a las mismas fuentes, en los últimos seis años Panamá ha reducido en 35,000 hectáreas sus zonas sembradas, y cultivos como el arroz, maíz, granos y café han bajado su rendimiento en un 30 por ciento.

El presidente del Colegio Economista de Panamá, Raúl Moreira, dijo a Efe que existe la percepción de que el sector productivo local no está preparado para el TLC con Estados Unidos.

Moreira alertó además que en el sector de los servicios financieros, uno de los más fuertes, habrá grandes inconvenientes porque, en su opinión, TLC está reñido con otros dos acuerdos vigentes con Estados Unidos.

"Este convenio choca con la implementación del FATCA (Foreign Account Tax Compliance Act) y el tratado de intercambio de información tributaria, de manera que uno no tiene claridad de cual de los tres acuerdos será el que se aplicará en un momento determinado", detalló el economista.

Por su parte, el ministro panameño de Desarrollo Agropecuario, Óscar Osorio, alertó este miércoles que ya no puede "improvisarse" en el sector agropecuario e invitó a los productores a encontrar nuevos nichos y oportunidades, e incluso a pensar en la posibilidad de cambiar el rubro que explotan por otro mucho más competitivo.

El ministro de Comercio e Industrias, Ricardo Quijano, aseguró que el acuerdo comercial traerá "muy buenos días" para Panamá, entre otras cosas porque "se espera que se incremente capital estadounidense".

Para el sector de servicios e inversiones se crearon dentro del acuerdo comercial disposiciones jurídicas que le dan mayor seguridad a las inversiones entre ambas naciones, argumentó el ministro.

Quijano reiteró este miércoles su mensaje de optimismo a los productores locales, los cuales, reconoció, tendrán "que ser competitivos", para lo que el Gobierno tienen programas de orientación y ayuda orientados en esa dirección.

Los principales productos panameños exportados a Estados Unidos son azúcar de caña, productos del mar frescos y congelados, bananas, café sin tostar, hortalizas frescas, jugos de frutas tropicales, plátanos, ron y aguardiente de caña, y desperdicios de aluminio, entre otros, según datos del Ministerio de Comercio e Industrias.

El Congreso de Estados Unidos ratificó en octubre del año pasado el TLC tras la firma del acuerdo por ambos Gobiernos en 2007, año en el que también fue refrendado por el Parlamento panameño, y el pasado 22 de octubre se realizó el Canje de Notas.

Según cifras de la Contraloría General, la balanza comercial entre ambos países ascendió a más de 2,900 millones de dólares en el 2011.