Fitch explica que, en un contexto de presiones del gobierno argentino para que YPF destine más recursos a inversiones en el país, ha decidido que la filial argentina no consolide en la generación de flujos de caja y la deuda de Repsol.
Y señala que, ya que el 35 por ciento de su resultado operativo bruto (Ebitda) del año pasado provino de este país y que el grupo se apuntó 600 millones de euros de dividendo de YPF en 2011, la "desconsolidación" de YPF tiene un efecto negativo en el negocio de Repsol y su perfil financiero.
Fitch recuerda, entre otros datos, que las reservas probadas de petróleo, gas natural y gas natural licuado en la Argentina eran alrededor de 736 millones de barriles de petróleo equivalente (Mbpe) en diciembre de 2010, lo que representa más del 50 por ciento de las reservas totales de Repsol.
El consejo de administración de YPF acordó esta semana, en mitad de las crecientes presiones de las autoridades argentinas, someter a la aprobación de la próxima Asamblea General de Accionistas la capitalización de los resultados de la empresa de 2011 y realizar un aumento de capital liberado por un importe de hasta 5,789,200,000 pesos argentinos (1,003 millones de euros al cambio actual).
El aumento de capital para los accionistas de YPF, donde Repsol tiene un 57.4 por ciento, se realizará mediante la emisión y entrega gratuita de nuevas acciones de la empresa.
La agencia de calificación crediticia Fitch ya había advertido hace unos días que la calificación de Repsol podría sufrir si YPF se viera obligada a recortar su dividendo en un 20 por ciento o más a lo largo de 2012 por la política energética argentina.
La semana pasada, Moody's ya decidió rebajar la calificación de la deuda a largo plazo de Repsol de Baa1 a Baa2, lo que supone mantenerse dentro de la calidad aceptable o media.