La escalada del oro en más de doce años ha tocado su fin, según los expertos

La escalada del precio del oro, ininterrumpida desde 2001, ha tocado fin. Los expertos prevén que en los próximos dos o tres años la onza caiga hasta 1,300 dólares, aunque advierten de que se mantendrá como el refugio por excelencia mientras la economía mundial no consolide su recuperación.

Los mercados mundiales se sobresaltaron el 12 de abril con la caída del 5 por ciento en la cotización del oro, que se acentuó el lunes 15 con un descenso del 9.6 por ciento (el más elevado desde 1980), hasta 1,361.1 dólares.

Pese al tímido repunte en las últimas sesiones, con aumentos en torno al 1 por ciento, la onza cotizaba este viernes en torno a 1,400.7 dólares, un 25.8 por ciento inferior al máximo histórico de 1,888.7 dólares que marcó en agosto de 2011.

Desde 2001 el precio del metal ha subido de forma continua y en los dos últimos años se ha consolidado entre los 1,500 y 1,800 dólares/onza, pero los analistas consultados por Efe auguran que, al menos en los próximos meses, no volverá a conquistar los 1,500.

Las causas para esta repentina caída son diversas.

El 15 de abril los inversores recibieron la noticia de que el PIB de China -segundo comprador mundial de oro- había crecido un 7.7 por ciento, inferior al 8 por ciento previsto.

A ello se sumó el anuncio de que Chipre se planteaba vender sus reservas de oro para hacer frente a sus vencimientos de deuda. El temor, más allá de la isla mediterránea, es que otros estados con problemas de deuda y reservas mucho mayores -como España o Italia- decidan hacer lo mismo.

Muchos analistas apuntan también a una mejora de la percepción de la economía mundial gracias al crecimiento -ligero pero sostenido- de Estados Unidos, las políticas expansivas de la Reserva Federal o el Banco de Japón y una mayor confianza en la zona euro.

Esto habría reducido el miedo al riesgo, con lo que el oro habría perdido parte de su atractivo como valor refugio.

En este contexto, los valores más beneficiados por el descenso del metal precioso han sido los bonos de países como Estados Unidos, Alemania o Reino Unido, considerados también activos muy seguros, según apunta el analista de AFI Diego Mendoza.

A estos fenómenos se suma - o más bien les precede- un factor técnico: el precio del oro venía cayendo ligeramente desde septiembre debido a la salida de grandes fondos de inversión, pero las ventas se dispararon al día 12 al bajar de 1,500 dólares, explican desde Saxobank.

A pesar de que las dudas que no han cesado en estos días, los expertos creen que es pronto para hablar de cambio total de tendencia.

No obstante, aseguran que la consolidación de los últimos meses se ha roto y prevén que el precio caiga durante los próximos dos o tres años -según las estimaciones de la agencia Fitch-.

Se espera que baje hasta unos 1,300 dólares y que luego haya un periodo largo de estabilización, pero sin sobrepasar los 1,550 dólares por onza, explica el analista de Saxo Bank, Ole Hansen.

"El proceso de recuperación de la confianza de los inversionistas será largo y ni siquiera ha comenzado aún", añade.

Esta caída, sin embargo, podría revertirse si aumentan los problemas de deuda en la zona del euro, se prolonga la debilidad de crecimiento en China -que importa el 20 por ciento del oro mundial- o no termina de consolidarse la recuperación en Estados Unidos.

Esta situación es la que consideran los analistas de ETFS: "los márgenes de deuda no dejan de crecer y Europa afronta además el problema de tener una moneda única en países económicamente muy diferentes", afirman.

"Hasta que los gobiernos encuentren cómo resolver esto sin devaluar su moneda, el oro seguirá siendo uno de los fondos más seguros y continuará al alza", prevén.

De la debilidad de las grandes economías dependerá también el futuro del resto de materias primas.

Plata, platino, paladio, cobre y el barril de Brent cayeron al compás del oro. La plata está en mínimos de 2010, el cobre ha perdido un 15 por ciento desde máximos de 2013 y el petróleo de referencia en Europa se vende por debajo de 100 dólares por primera vez en nueve meses -a 99.4 dólares el viernes-.

Mientras dure la desaceleración en China y Estados Unidos y la recesión en Europa, las previsiones de demanda de estos materiales serán menores y no sería raro que los precios bajen más, según los analistas.