"Un par de miembros indicaron que la iniciación de medidas de estímulo adicionales podrían ser necesarias si la economía pierde fuerza o si la inflación parece mantenerse por debajo del índice del 2 por ciento al medio plazo", indica el documento del emisor estadounidense publicado, como de costumbre, tres semanas después de su reunión mensual.
En aquella reunión del 13 de marzo la Reserva Federal decidió mantener la evaluación de la economía estadounidenses en moderada mejora, debido a la modesta reducción del desempleo y de la confianza de los consumidores.
Al término de ese encuentro de dos días, los responsables de la Reserva Federal decidieron no tomar medidas adicionales para inyectar liquidez y se reafirmaron en la política de mantenimiento de los tipos de interés cercanos a cero hasta finales de 2014.
No obstante, el resumen de la reunión conocido hoy muestra que esa estrategia se modificaría en el caso de una recaída en el ritmo de recuperación económica, al tiempo que algunos miembros mostraron dudas de que el desempleo pueda mantener su tendencia bajista durante lo que queda de año.
El desempleo, que se mantuvo en febrero en el 8,3 %, se ha reducidos paulatinamente en los últimos meses, un indicador de la progresiva mejoría de la economía estadounidense tras unos trimestres de crecimiento sin generación de empleo.
La mayoría de los miembros presentes en la reunión reconocieron que el aumento de los precios de la gasolina "podría empujar al alza la inflación temporalmente", aunque no por encima de los objetivos previstos por la Reserva Federal.
"Los participantes continuaron esperando que la mayoría de los factores que frenan la expansión económica mejoren y por lo tanto anticiparon que la recuperación ganará gradualmente fuerza", indica el documento.
Asimismo, "hicieron notas que las recientes medidas tomadas en la zona euro han ayudado ha reducir la tensión financiera y reducir los riesgos de caída económica en el corto plazo".