Es necesario, "además de diversificar, no seguir dependiendo de economías que no están creciendo a la velocidad que están creciendo las economías de México y, por supuesto, tampoco las economías de Latinoamérica", indicó.
El ministro señaló que por esta razón el mandatario Felipe Calderón negoció un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Perú, que el Senado mexicano aún no ratifica, y suscribió el 28 de abril pasado en Lima el Acuerdo de Integración profunda del Pacífico con ese país, Colombia y Chile.
Perú, por ejemplo, "ha estado creciendo más o menos al 8 por ciento en los últimos años y nosotros seguimos en una zona de confort, haciendo negocios con Estados Unidos y otros lugares, cuando deberíamos estarnos relacionando más y más con Latinoamérica", manifestó.
En este sentido, Ferrari indicó que el gobierno mexicano sigue haciendo un "llamado respetuoso a los senadores para que se analice, sin ningún apasionamiento y sin ningún interés político, el beneficio tan grande" que tendría México si se ratifica el TLC con Perú.
Ese tratado establece preferencias arancelarias para más de 12,000 productos.
La diversificación de las exportaciones mexicanas ha tenido cierto éxito, en la medida en que al inicio del gobierno de Calderón el 85 por ciento de las exportaciones mexicanas se dirigían a Estados Unidos y actualmente la cifra disminuyó al 80 por ciento.
No obstante, en el mismo periodo México aumentó su participación de mercado en las importaciones estadounidenses, del 9.6 por ciento al 12.7 por ciento.
Por otra parte, Ferrari dijo que el gobierno confía en que antes de que concluya este año se apruebe el TLC único con Centroamérica, que busca converger en un solo instrumento los tres tratados de libre comercio que México tiene con esa región: Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), Nicaragua y Costa Rica.