Las pérdidas del grupo en esos tres trimestres, los primeros del año fiscal nipón, contrastan con los resultados del mismo periodo de 2010, cuando tuvo un beneficio neto de 49,557 millones de yenes (486 millones de euros).
Nintendo también revisó a la baja sus previsiones de resultados para este año fiscal, que termina el 31 de marzo, y pronosticó una pérdida de 65,000 millones de yenes (unos 637 millones de euros), por encima de los 20,000 millones de yenes (196 millones de euros) estimados en octubre.