S&P deja la deuda rusa apenas por encima del bono basura

La agencia de rating Standard & Poor's (S&P) bajó hoy un escalón la nota de la deuda de Rusia hasta el nivel de "BBB-", informó la empresa en Londres, tras lo cual se conoció que el banco central en Moscú aumentó la principal tasa de interés interbancaria.

La nota es la última por encima del llamado nivel de los "bonos basura", es decir especulativos. Además, S&P considera que la perspectiva es negativa, es decir que no descarta nuevas rebajas. Según la agencia, el motivo de la medida es la posibilidad de que se endurezcan las sanciones de países occidentales por la crisis en Ucrania.

El Kremlin reaccionó con tranquilidad. Los inversores esperaban la bajada del crédito y por tanto no habrá cambios sorpresivos, aseguró el ministro de Economía, Alexei Uliukayev.

Además, consideró que la decisión de S&P está en parte "motivada políticamente". "La decisión estaba programada, porque se habían revisado las expectativas, lo que normalmente deriva en un cambio de rating", dijo a la agencia Interfax.

Uliukayev reconoció sin embargo que otra parte la decisión se debe a la peor situación económica en Rusia, aunque añadió que no influirá en el comportamiento de los inversores.

Sí fue inesperada la decisión del banco central ruso de elevar del 7.0 al 7.5 por ciento la tasa interbancaria a la que las entidades se prestan dinero por un plazo de una semana.

S&P ya había reaccionado a mediados de marzo al empeoramiento de la situación en Ucrania, cambiando la perspectiva para la deuda rusa de "estable" a "negativa", lo que era un indicio de una posible bajada de nota. Los expertos de la firma aseguraron que la decisión se tomó por la fuga de capitales que se está produciendo. "Vemos esto como un riesgo para las perspectivas de crecimiento", se indicó.

En los primeros tres meses del año los inversores han retirado en total 51,000 millones de dólares de Rusia, una cifra similar al promedio anual de los últimos cinco años. En los mercados la decisión de S&P generó pérdidas al rublo y a los bonos del Estado.

Rusia percibe el escepticismo de los inversores también en las subastas, que desde el inicio de la crisis ucraniana ha tenido que suspender una y otra vez por "malas condiciones de mercado". Este mismo miércoles el Ministerio de Finanzas tuvo que cancelar una subasta de bonos en rublos, que declaró desierta.

Los analistas financieros destacan que Rusia no tiene necesidades urgentes de financiación. Dmitri Dudkin, de la compañía de inversiones UralSib en Moscú, destacó que el presupuesto está cubierto hasta finales de año.

Rusia es un importante exportador de gas y petróleo y a través de impuestos y tasas el sector es responsable de gran parte de los ingresos del Estado. La caída del rublo hace además más atractivos sus productos en el extranjero.

Pero, pese a ello la economía del país, altamente dependiente de las exportaciones de materias primas, no está en buen estado. El ministro de Finanzas, Anton Siluanov, calcula que en 2014 habrá un magro crecimiento de apenas un 0.5 por ciento. Unas sanciones más duras por parte de Occidente podrían empeorar la situación. El año pasado el PIB creció un 1.3 por ciento, la cifra más baja desde la crisis mundial de 2009.