Al despejar algunas dudas en torno al caso, indicó que la niña murió en la posición en la que fue encontrada al pie de su cama, pues se deslizó en ella y quedó atorada en el pequeño espacio entre el colchón y la base de madera.
Agregó que su incapacidad motriz para moverse le impidió salir de ahí, por lo que se ahogó.
Manifestó que el cuerpo de la pequeña quedó en esa posición durante nueve días, a una temperatura promedio de 19 grados, y las cobijas hicieron una especie de embalsamiento, lo que evitó que el olor a putrefacción fuera olido por los perros.
Además, explicó que debido a que las mucamas nunca tendieron bien la cama fue imposible ver el bulto de la niña, mismo que si se aprecia en las fotografías tomadas durante las investigaciones realizadas cuando se informó de su presunta desaparición.