Francisco Juan Carranza López y Jesús Alberto Roja Miranda, fueron trasladados al Penal del Topo Chico en el municipio de Monterrey, para ser juzgados y esperar la sentencia de ley, tras ser detenidos en flagrancia vendiendo en la vía publica especies en peligro de extinción, catalogadas en la NOM-059-SEMARNAT-2010.
En atención a una denuncia anónima, inspectores de la Delegación Federal de la PROFEPA en Nuevo León, acudieron al Boulevard Julián Treviño Elizondo, municipio de Apodaca, donde constataron que ambos sujetos comercializaban 3 especies listadas en dicha norma vigente.
Cabe recordar que ningún ejemplar de ave correspondiente a la familia Psittacidae o psitácido (loros, pericos y guacamayas), cuya distribución natural sea dentro del territorio nacional, puede ser sujeto de aprovechamiento extractivo con fines de subsistencia o comerciales.
Es decir, por ser especies catalogadas en situación de riesgo, está prohibida su extracción del medio silvestre, así como la posesión y el comercio de las mismas.
El artículo 420 fracción cuarta del Código Penal Federal establece que el tráfico ilegal de ejemplares es un delito que se castiga con pena de uno a nueve años de prisión y por el equivalente de trescientos a tres mil días multa, y se aplica una pena adicional hasta de tres años más de prisión y hasta mil días multa adicionales, cuando las conductas descritas se realicen con fines comerciales.