A consecuencia del desbordamiento de la laguna Negra de Tixtla, cientos de viviendas resultaron inundadas y permanecen bajo el agua desde hace 13 días, por lo que hay riesgo latente de infecciones en la vías respiratorias.
El director de la Capaseg, Arturo Palma Carro, aseguró que ayer llegaron los materiales y el equipamiento necesario para dar inicio a los trabajos del sistema para desahogar el agua del área que se inundó, debido a la tormenta tropical Manuel.
Explicó que de acuerdo con el coronel ingeniero constructor Roberto Nava, quien forma parte del plan DN-III de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), se requiere de retirar del lugar por lo menos 11 millones de metros cúbicos de agua, para volver a Tixtla a la normalidad.
Explicó que se instalan en el lugar dos equipos de bombeo con generador integrado, que tienen una potencia de 350 caballos y una capacidad de desalojo de 240 litros por segundo cada uno, conectados a un emisor de tubería de hierro dúctil de 24 pulgadas de diámetro y con una capacidad para 500 litros por segundo.
De manera adicional, se programa la instalación de dos equipos de bombeo, con generador integrado, potencia de 300 caballos y una capacidad de desalojo de 200 litros por segundo cada uno, conectados a un emisor de tubería de hierro dúctil de 24 pulgadas de diámetro.
Se prevé llevar a cabo un tendido de la tubería en los próximos días, con una longitud de siete kilómetros, para lo cual se conectarán mil 300 tubos, el líquido se canalizará hacia la parte norte, con descarga a la cuenca del río Mezcala-Balsas.
Con el inicio de las actividades se prevé que en un plazo de 30 días, la zona quedará liberada de agua. La inundación afecta a las viviendas de por lo menos cinco mil habitantes de Tixtla, lo que representa la cuarta parte de la población.