Según una información del dominical "Bild am Sonntag", un correo electrónico interno del servicio secreto alemán para el exterior (BND) fechado el 14 de agosto de 2013, refleja varias consultas de la NSA sobre objetivos en Austria.
La web del semanario "Der Spiegel" aseguró que el correo fue enviado por un empleado del BND para transmitir a sus superiores el hallazgo de 12.000 máscaras de búsqueda usadas por la NSA con direcciones de mail de diplomáticos, instituciones y gobiernos europeos. Los jefes del BND le ordenaron borrar los datos, según la revista.
Las nuevas revelaciones siguen ampliando la dimensión del escándalo desatado esta semana cuando diversos medios aseguraron que la NSA usó la estación de escuchas del BND en Bad Aibling, Baviera, para espiar comunicaciones de funcionarios de alto rango de Francia de la Comisión Europea.
La presunta colaboración alemana con las polémicas escuchas de la NSA provocó inmediatos pedidos de explicaciones desde Bruselas a Berlín y generó preocupación en el gobierno de Merkel.
La cancillería en Berlín otorga una gran dimensión política a lo ocurrido y no se descarta que termine forzando renuncias dentro del BDN o incluso del gobierno, según pudo saber la agencia dpa.
La comisión parlamentaria de control de los servicios secretos sesionará el miércoles para tratar la situación.
En la sesión se espera al miembro del gabinete más golpeado por el escándalo, el ministro del Interior Thomas de Maizière. El cristianodemócrata (CDU) fue ministro de la Cancillería de 2005 a 2009, cargo del que depende el BND.
Las críticas al gobierno de Merkel surgieron también desde el sector del espionaje, aunque por motivos opuestos: el ex coordinador de los servicios secretos Bernd Schmidbauer reprochó a Berlín que no saliera en defensa del BND.
"Ahora cualquiera vapulea al BND, sobre todo por motivos ideológicos", dijo a la revista "Focus". "Así destrozamos la seguridad de nuestro país".
Schmidbauer consideró "imprescindible" la cooperación con la inteligencia estadounidense y calificó de "vergüenza" el trato de la Cancillería a los jefes del espionaje alemán.(DPA)