Ban Ki-moon y Guido Westerwelle hablan de la crisis siria y piden una solución política para Mali

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, abordaron este miércoles la crisis en Siria y pidieron redoblar los esfuerzos para encontrar una "salida política" al conflicto en Mali.

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En la imagen, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

Ban recibió este miércoles en su despacho al jefe de la diplomacia alemana, con quien tuvo ocasión de conversar sobre la "grave" crisis que vive Siria mientras continúan los "intensos combates" entre las fuerzas del régimen de Bachar al Asad y los rebeldes de la oposición.

El máximo responsable de Naciones Unidas aprovechó la ocasión para agradecer al Gobierno alemán la "generosa" contribución que ha hecho el país europeo para destinar ayuda humanitaria a la población civil en Siria.

Por otro lado, abordó con Westerwelle la situación en Mali y ambos coincidieron en la necesidad de redoblar los esfuerzos para encontrar una solución política a los problemas que se registran en el norte del país africano.

Antes de su reunión con Ban, el ministro dijo ante la prensa que la comunidad internacional no puede permitir que el norte de Mali se convierta en un refugio para el terrorismo, "una amenaza para la seguridad mundial, y en especial para los países vecinos".

Westerwelle viajó la semana pasada a Bamako para mostrar el apoyo de su país al Gobierno de transición en Mali y prometió un millón de euros para asistir a la población del norte del país, controlado por rebeldes armados e islamistas radicales.

El pasado 12 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU dio un plazo de 45 días a Mali y a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para que expongan un plan de intervención militar en las regiones septentrionales de Gao, Kidal y Tombuctú.

Alemania descarta la participación de soldados de su país en eventuales misiones de combate contra las milicias rebeldes islámicas en Mali, así como cualquier aporte logístico en suministro de armas.

El país africano está sumido en un grave conflicto armado desde que el pasado marzo rebeldes islamistas se hicieran con el control del norte del país, donde han impuesto la ley islámica de la "Sharía".