En respuesta a las preguntas de los legisladores de las comisiones unidas de Presupuesto y Cuenta Pública y de Energía, aseguró que se realizará todo lo que sea posible para bajar las tarifas de electricidad, a partir de que esta Comisión se transforme en una empresa de energía que procure la diversificación de combustibles.
Al continuar con el análisis de las leyes secundarias de la Reforma Energética, explicó que a través de la multiplicidad de combustibles y ampliar la gama de proveedores, se estaría en condiciones de obtener los mejores precios en beneficio de los consumidores.
Señaló que con la reforma constitucional, la CFE se convertiría en una empresa productiva del Estado y dejaría de ser manejada bajo el concepto de entidad de la administración federal. “Se pasaría de un monopolio cuestionado por su eficiencia, calidad de sus servicios y precios de las tarifas a un entorno de competitividad en beneficio de los consumidores”.
Enfatizó que lo que se busca es mayor competitividad y dinamizar el crecimiento del país, y para esto se requiere la conjunción de agentes públicos y privados, “ambos en condiciones de igualdad, eficiencia y productividad”, dijo.
Santoyo Vargas afirmó que no hay un plazo establecido para el desarrollo de un mercado eléctrico, por lo que es muy importante que se apruebe la legislación secundaria.
“Ésta permitirá que todos los posibles participantes tengan claras las reglas del juego y puedan empezar a tomar las decisiones de inversión, de participación, de creación de las fuentes de trabajo, que nos lleven precisamente a esa constitución de un mercado eléctrico”, explicó.
Al iniciar la reunión a la que también asistieron funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex), el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, diputado Pedro Pablo Treviño Villarreal (PRI), indicó que con estas reformas Pemex y la CFE estarán en la posibilidad de crear valor económico e incrementar los ingresos de la nación con sentido de equidad, responsabilidad social y ambiental.
Con estas reformas, precisó, se deja de ver a Pemex y a la CFE como dependencias gubernamentales y se transforman en auténticas empresas, lo que implica que ambas quedarán fuera de la Ley Federal para Entidades Paraestatales, y se organizarán y funcionarán de acuerdo a lo establecido en sus propias leyes.
Treviño Villarreal sostuvo que estas empresas serán 100 por ciento del Estado mexicano, con personalidad jurídica, patrimonio propio, autonomía técnica, operativa y de gestión. Además, se les establece un régimen especial en diversas materias y se les otorga autonomía presupuestaria, estando sólo sujetas a un techo de endeudamiento, balance financiero y en materia de servicios personales que establezca el Congreso de la Unión.
Puntualizó que la elaboración del ejercicio del presupuesto, así como sus adecuaciones las realizará la empresa sin intervención de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; se busca que tengan un régimen de remuneración especial, únicamente sujeto al techo global de servicios personales que permita atraer al personal altamente calificado, evite la fuga de capital humano y sea acorde con las empresas de la industria con las que compiten en el mundo.
Detalló que con la Reforma Energética se crea una unidad profesional especializada en la materia, con reglas claras para la actuación de los funcionarios y trabajadores de Pemex y de la CFE, con el fin de evitar la corrupción; se establece un régimen especial para la contratación y procura de bienes, obras y servicios que permitirá con oportunidad y transparencia un entorno de competencia.
En síntesis, dijo, “con este nuevo régimen especial Pemex y CFE tendrán las herramientas necesarias para ser empresas productivas, eficientes y competitivas a nivel mundial”.