El presidente de México, Enrique Peña Nieto, que asumió sus funciones hace casi un año, había anunciado en un inicio que la gendarmería sería un cuerpo independiente con 10.000 efectivos provenientes de la Armada y el Ejército para vigilar carreteras y actuar en áreas conflictivas.
Sin embargo, después se anunciaron modificaciones al proyecto, empezando por el hecho de que los agentes no serán de origen militar, aunque sí tendrán una formación "castrense".
La gendarmería "estará compuesta inicialmente por 5.000 elementos con formación disciplinaria, castrense y preparación policial", informó el CNS en su cuenta de Twitter.
Los nuevos agentes tendrán dos perfiles -de proximidad y de reacción- y operarán bajo mando civil.