"No hay salvoconductos o 'permisos' (en español) al final" del camino para los 52,000 menores indocumentados solos que han cruzado la frontera en lo que va de año fiscal (desde octubre de 2013), dejó claro Johnson en su comparecencia hoy ante el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.
Johnson trató así de contrarrestar "la campaña de desinformación" que están llevando a cabo las organizaciones de tráfico de personas de que habrá algún tipo de amnistía para los niños. Los "coyotes" están haciendo creer a las familias, principalmente centroamericanas, que si los niños cruzan la frontera podrán obtener un permiso y quedarse a vivir en Estados Unidos.
El documento que se emite a nombre del niño detenido por la patrulla fronteriza no es un permiso, sino un aviso de comparecencia en un proceso de deportación ante un juez de inmigración.
Johnson reiteró hoy que estos niños que cruzan ilegalmente ahora la frontera de Estados Unidos no se verán beneficiados ni de la reforma migratoria ni del programa de acción diferida (DACA en sus siglas en inglés), del que hasta ahora se han beneficiado 600,000 jóvenes indocumentados que llegaron al país cuando eran niños.
Tampoco los niños salvadoreños ni los hondureños se podrán acoger al Estatus de Protección Temporal (TPS), aunque sus padres vivan actualmente en Estados Unidos y tengan ese permiso migratorio temporal.
El secretario de Seguridad Nacional, sin embargo, reconoció que los niños indocumentados solos no son una "prioridad" a la hora llevar a cabo las deportaciones, ya que "no son un peligro para la seguridad nacional".
De hecho, "estos niños quieren ser capturados" y cuando cruzan la frontera "corren hacia la patrulla fronteriza" para que los guardias les detengan, explicó.
Johnson anunció que viajará el próximo 8 y 9 de julio a Guatemala para hablar de esta crisis humanitaria con las autoridades de ese país.
El secretario de Seguridad Nacional compareció ante el comité de Seguridad Nacional del Congreso para explicar "las tareas de Hércules" que están llevando a cabo la Administración Obama para detener el flujo de niños indocumentados que cruzan la frontera entre México y Estados Unidos sin compañía de sus padres o de un adulto.
Preguntado sobre la propuesta de algunos miembros del partido republicano de la necesidad de desplegar la Guardia Nacional en la frontera de Estados Unidos para detener la llegada de niños, Johnson se limitó a decir que "todas las opciones están sobre la mesa". Pero reconoció que existen "limitaciones" en lo que podría hacer la Guardia Nacional sobre el terreno.
Ron Vitello, jefe de la Patrulla Fronteriza, explicó que los recursos que tienen ahora disponibles "son suficientes", por lo que consideró que no sería necesario desplegar la Guardia Nacional en la frontera.
La llegada de estos niños solos o de familias con niños a la frontera "no es un problema de seguridad nacional", añadió Vitello.
Según la legislación estadounidense, 72 horas después de ser detenidos en la frontera por las autoridades de inmigración, los menores no acompañados deben pasar a la custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
Esta agencia es la que se encarga, con la ayuda de los consulados de los países donde proceden lo niños, de entregar a los menores a sus familiares que vivan en Estados Unidos o colocarles en albergues y hogares temporales mientras se tramitan sus casos de deportación en los tribunales de inmigración.
La ley federal contra el tráfico de personas, aprobada en 2008 durante el gobierno de George W. Bush, prohíbe a las autoridades estadounidenses decretar una deportación expedita de los indocumentados si estos son menores de 18 años, a diferencia de lo que ocurre con los adultos sin papeles. (DPA)