El acuerdo se anunció poco antes de que venciera un plazo establecido por el gobierno, que había suspendido las negociaciones y amenazado con no aumentar un centavo a aquellos sindicatos que no aceptasen su propuesta antes de la medianoche de hoy.
Las huelgas habían comenzado hace tres meses con los profesores de las universidades públicas, pero progresivamente se sumaron otros sectores y llegaron a afectar a una docena de ministerios y a otras dependencias oficiales.
Los últimos en plegarse fueron los empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores que no pertenecen al cuerpo diplomático, quienes hoy mismo anunciaron su vuelta al trabajo tras casi una semana de huelga.
El movimiento era coordinado por la Confederación Nacional de Trabajadores del Servicio Público Federal (Condsef), que en una asamblea realizada hoy decidió aceptar la oferta del gobierno, que propuso aumentar los salarios en un 15 por ciento en un plazo de tres años.
Esa propuesta difiere de las alzas de hasta un 45 por ciento que exigían la mayoría de los sindicatos, pero el pleno de la asamblea decidió retornar al trabajo.
Según la Condsef, a las diversas huelgas se adhirieron cerca de 370,000 de los 800,000 empleados públicos, aunque el Gobierno dice que la medida de fuerza sólo fue respaldada por unos 80,000.
La oferta del gobierno, sin embargo, todavía no complace a los sindicatos de empleados administrativos de la Policía Federal, que además de un alza salarial exigen una revisión de los mecanismos de ascensos, por lo que anunciaron que se mantendrán en huelga.