Informó que en México se estima que la población de artesanos asciende a 12 millones de personas, de los cuales aproximadamente el 70 por ciento son mujeres. La artesanía se presenta como un factor idóneo del desarrollo de las comunidades con un efecto social multiplicador, siendo el ejemplo más claro de la economía social, precisó.
Dijo que la actividad artesanal del país contribuye a la economía aportando valor a muchos sectores, sobre todo al turístico. Indicó que la Encuesta Nacional de Turismo del INEGI señala que para 2012 las ventas por artesanías consumidas por turistas nacionales e internacionales ascendieron a cuatro mil 700 millones de dólares, manteniendo un crecimiento anual promedio del cuatro por ciento desde el año 2004.
"Que la producción artesanal deje de ser sinónimo de pobreza, como muchas veces se asocia, para convertirse en sinónimo de compromiso y orgullo", puntualizó, al indicar que para ello se está convocando a universidades, grupos de artesanos, organismos estatales y federales, para que en conjunto diseñemos "un nuevo método de trabajo incluyente, respetuoso de nuestra diversidad cultural, pero sobre todo exitoso, que coadyuve a mejorar sustancialmente las condiciones de vida de los artesanos y de sus familias".