Admite Gates legado “empañado” de EU en Irak

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, reconoció que el fruto de la invasión a Irak seguirá “empañado” debido a que las razones por las que Estados Unidos lanzó la guerra no resultaron verídicas.

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El vice presidente Joe Biden; el secretario de defensa, Robert M. Gates, Mike Mullen, y Gen. James N. Mattis.

Gates se refirió a la polémica sobre los motivos de la invasión poco antes de encabezar, junto al vicepresidente estadunidense Joseph Biden, una ceremonia militar que marcó el inicio de la operación “Nuevo Amanecer”, para asesorar y entrenar a las fuerzas iraquíes.

En rueda de prensa, el secretario de Defensa afirmó que la guerra en Irak terminó y que comienza una nueva era en esa nación, pero que una sentencia definitiva sobre si la campaña valió la pena quedará empañada por la controversia sobre las razones de la invasión.

“Si valió la pena invadir Irak y derrocar a Saddam Hussein requerirá, en última instancia, de una perspectiva de los historiadores”, dijo al afirmar que la premisa que justificó ir a la guerra “no fue confirmada; Hussein no tenía armas de destrucción masiva”.

“Esta es una de las razones por las que la guerra sigue siendo tan polémica”, puntualizó ante periodistas en el campamento militar de Ramadi, a unos 100 kilómetros al oeste de Bagdad, a donde llegó esta mañana sin previo aviso.

Gates aseguró sin embargo que el sacrificio hecho por Estados Unidos, en términos de gasto y de soldados muertos y heridos “no fue en vano” porque permitió que Irak se encaminara hacia la democracia, lo cual podría tener un impacto positivo como modelo en esa región.

“Todavía vamos a trabajar con los iraquíes en la lucha contra el terrorismo, todavía vamos a ofrecer capacitación y asesoría. Yo diría que hemos pasado a la fase final de nuestro compromiso en Irak”, apuntó el titular estadunidense de Defensa.

Más tarde, Gates participó junto al vicepresidente Biden en la ceremonia en Campo Victoria, cerca de Bagdad, en un antiguo palacio de Hussein, derrocado en abril de 2003 acusado de poseer armas de destrucción masiva que nunca fueron halladas.

En ese acto, Biden lanzó de manera oficial la operación “Nuevo Amanecer” y afirmó que aunque la misión de combate concluyó, el compromiso de Washington con Bagdad continuará con la capacitación de las fuerzas de seguridad iraquíes.

“Esta ceremonia no sólo supone un cambio de mando, sino el comienzo de un nuevo capítulo en Irak; las tropas iraquíes han tomado el control de la seguridad de su país”, dijo, y explicó que los menos de 50 mil soldados estadunidenses que se quedan en Irak se dedicarán además a la reconstrucción.

Biden garantizó que el objetivo de Estados Unidos es lograr tanto la seguridad de Irak como su prosperidad económica y estabilidad, por lo que confió en que se desarrollarán lazos comerciales, culturales y educativos entre los dos países.