En una breve declaración a la prensa luego de la primera comida de trabajo de los líderes del G-8, Sarkozy explicó que el tema de la seguridad nuclear fue analizado por los jefes de Estado durante el encuentro en Deauville, donde este día comenzó su cumbre anual.
Según Sarkozy, quien no dio detalles sobre la iniciativa, el grupo quiere adoptar “una reglamentación internacional sobre seguridad nuclear”.
El objetivo sería “elevar a un gran nivel la seguridad nuclear” en el mundo, agregó el presidente galo, quien ejerce de anfitrión en la cumbre del G-8 que se celebra en el pequeño balneario del noroeste del país.
El tema, que inquieta a la comunidad internacional luego del accidente nuclear de Fukushima, en Japón, será analizado con más detenimiento esta noche en una de las mesas de trabajo previstas.
De acuerdo a Sarkozy, los presidentes del G-8 platicaron también durante la comida “sobre la situación en Japón y las consecuencias a extraer después de la catástrofe” vivida en ese país asiático.
Japón, cuyo primer ministro Naoto Kan asiste a la reunión, es un “país admirable que mostró un valor increíble en una situación extremadamente delicada”, comentó el jefe de Estado francés.
Según el presidente francés, durante la comida de trabajo el grupo habló de “la situación de la economía internacional y los desequilibrios que hay que corregir”.
También abordaron la situación de estancamiento de las negociaciones en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para la liberalización del comercio mundial.
Sarkozy indicó que trataron además otras cuestiones “internacionales y políticas”, sin precisar cuales.
Esta tarde los presidentes del G-8 tendrán además de la sesión sobre seguridad nuclear otra sobre cambio climático. Además el tema de las revoluciones árabes será el “plato fuerte” de la cena que mantendrán esta noche.