Amnistía Internacional se reunirá con el presidente Bukele para hablar de los DD.HH. en El Salvador

Un delegación de Amnistía Internacional (AI), encabezada por Erika Guevara Rosas, directora para las Américas, se reunirá con el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, para conversar sobre "las preocupaciones" de la organización en materia de derechos humanos en ese país y en la región.

La visita de la comitiva, también integrada por Astrid Valencia, investigadora para América Central, y Belissa Guerrero, coordinadora de incidencia en las Américas, está programada para entre el 19 y el 21 de junio, señaló la organización en un comunicado.

Indicó que las autoridades de AI sostendrán "reuniones de alto nivel" con el presidente salvadoreño, con el secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), Vinicio Cerezo, y con otras autoridades.
Asimismo, la delegación se reunirá con activistas e integrantes de organizaciones de la sociedad civil salvadoreña y organismos internacionales, apuntó.

El objetivo de la misión, de acuerdo con AI, "es fortalecer la agenda de derechos humanos en América Central, con especial énfasis en El Salvador, Nicaragua, Honduras y Guatemala".

Los cuerpos de seguridad de El Salvador son las entidades más denunciadas, según la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), por violar los derechos humanos.

La falta de credibilidad de las fuerzas de seguridad y el miedo llevan a cientos de salvadoreños al desplazarse de manera forzada, situación que afecta principalmente a niños y a mujeres.

La violencia criminal que vive El Salvador obligó a más de 235,700 personas a desplazarse forzosamente durante el 2018, de acuerdo con una encuesta nacional de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA).

El Salvador es considerado como uno de los países más violentos del mundo con una tasa de 19.8 homicidios por cada 100,000 habitantes en lo que va de 2019, por encima del índice de 10, considerado a nivel internacional como una epidemia.

Estos crímenes son atribuidos a las pandillas Mara Salvatrucha (MS13), Barrio 18 y otras minoritarias que poseen unos 60,000 miembros en todo el país, y que en los últimos años han fortalecido su actividad delictiva.