Analistas alertan que devaluación en Brasil presiona a Argentina

La devaluación del real en Brasil agrava los problemas de competitividad de la producción argentina por tener un tipo de cambio retrasado, alertaron hoy analistas económicos en Buenos Aires.

"La situación de Brasil le pone presión a la Argentina y a su tipo de cambio", advirtió el economista Miguel Kiguel, director de la consultora Econviews.

"Brasil depreció, Argentina no y perdimos competitividad", señaló el ex subsecretario de Financiamiento argentino, que remarcó que el estancamiento de la economía brasileña representa además "una menor demanda de productos", lo que afecta el nivel de actividad local.

En 2014 el comercio bilateral con Brasil, el principal socio comercial de Argentina, registró su peor caída desde la crisis de 2009. Las exportaciones argentinas bajaron un 14.1 por ciento mientras que las importaciones desde el vecino país cayeron un 27.2 por ciento, según cifras de la consultora abeceb.com. El comercio bilateral cayó un 21.2 por ciento respecto del año anterior, alcanzando los 28,427 millones de dólares.

Kiguel remarcó que "el contexto externo se volvió negativo por el fortalecimiento del dólar", lo que pone presión al peso argentino. El economista señaló sin embargo que "el gobierno no ajusta el tipo de cambio" y lo dejará "retrasado" hasta el final de su gestión en diciembre próximo.

El objetivo de la administración de Cristina Fernández de Kirchner es preservar las reservas internacionales para no tener sobresaltos financieros antes de las elecciones presidenciales de octubre, aunque para esto "sacrifica nivel de actividad", señaló Kiguel en el Congreso Económico Argentino que comenzó hoy en Buenos Aires en el marco de la Exposición Argentina de Economía, Finanzas e Inversiones.

El economista Daniel Artana, de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), coincidió en que Argentina padece "viento de frente por el fortaleciimiento del dólar, la depreciación del real y la caída de la cotización de la soja", el principal cultivo argentino, destinado en su gran mayoría a la exportación.

Alertó en tanto que las reservas líquidas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) son "bajas" y la ausencia de dólares afecta la capacidad de producción. "La industria argentina necesita insumos importados, pero si no tiene dólares para comprarlos no puede producir", advirtió Artana.

Ambos economistas coincidieron en que Fernández de Kirchner dejará "una herencia muy pesada" a su sucesor: distorsiones de precios, el tipo de cambio atrasado y con una brecha del 50 por ciento entre los mercados formal e informal, un déficit fiscal financiado por emisión monetaria y las reservas del BCRA que llegaría este año a un 6 por ciento del PIB, una inflación en torno del 25 a 30 por ciento y el acceso limitado a los mercados de capitales.

Señalaron sin embargo que Argentina cuenta con fortalezas macroeconómicas que le permitirían una mejora en el flujo de capitales, de inversión y en el crecimiento. La subida que mostraron los bonos argentinos en los últimos días mostraría la expectativas de los inversores en un cambio de la política económica con el próximo gobierno, afirmaron. (DPA)