El próximo año tiene características que no lo hacen particularmente sencillo porque las estimaciones de crecimiento para el próximo año son más bajas que las de 2013, explicó Bachelet.
Añadió que el presupuesto que envió el Ejecutivo es escaso en recursos y además construido sobre ciertas bases de estimación de crecimiento más altas de las reales.
Sin embargo, la ex mandataria (2006-2010) aseguró tener la suficiente experiencia y liderazgo para afrontar este escenario.
La Ley de Presupuesto diseñada por el Ministerio de Hacienda estima una tasa de crecimiento del 4.9 por ciento para el próximo año, pero el Banco Central redujo hoy la proyección de la expansión de la economía, del 4.2 por ciento para 2013, y de entre el 3.75 y 4.75 por ciento para el próximo año.
En el informe presentado en septiembre la entidad había pronosticado una expansión de entre un 4 y 4.5 por ciento para este año y de entre un 4.0 y 5.0 por ciento para 2014.
El programa de gobierno de Bachelet incluye tres ejes fundamentales altamente demandados por la ciudadanía como son una reforma a la Constitución, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), una reforma profunda a la educación, que incluye educación gratuita universal en un plazo máximo de seis años, y una reforma Tributaria.
En entrevista con Canal 13, la ex directora de ONU Mujeres reconoció que las expectativas de la ciudadanía en torno a su gobierno son altas y por eso, dijo, hay que hablar con la verdad, explicar lo que viene, decir por qué necesitamos la reformas educacional y tributaria, porque el presupuesto no va a permitir avanzar en otras urgencias como la reforma a la salud, al sistema de pensiones, y otros.
En la primera vuelta electoral, del 17 de noviembre pasado, Bachelet compitió con otros ocho candidatos, seis de ellos de izquierda, y obtuvo un 47 por ciento de los votos que no le alcanzaron para triunfar, pues necesitaba la mitad más uno de los sufragios.
Su actual competidora, la ultraderechista Evelyn Matthei, obtuvo un 25 por ciento de los votos, el peor resultado de los últimos 20 años para la derecha, que empeoró aún más una crisis aguda.