"Avanzamos a una democracia sin exclusiones ni vetos", dijo la mandataria en un acto en el palacio presidencial de La Moneda, al que asistieron también parlamentarios de oposición.
La iniciativa, aprobada tras semanas de debate en el Congreso, es parte de diversas reformas políticas impulsadas por Bachelet, quien asumió el poder en marzo liderando una alianza de centro izquierda.
El otro gran cambio, además de la promesa de aprobar una nueva Constitución, es la modificación del sistema electoral, heredado de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
"Hacer política desde la exclusión no es lo que queremos hoy en Chile", dijo Bachelet al enviar un proyecto de ley sobre este tema al Parlamento la semana pasada.
El actual sistema electoral, que rige en el país desde el retorno a la democracia en 1990, impide la representación proporcional.
De hecho, la centro izquierda ganó desde 1990 todas las elecciones, salvo la presidencial de 2009, pero jamás pudo tener mayoría en el Congreso, como sí sucede hoy.
El cambio al sistema electoral, de ser finalmente ratificado en el Poder Legislativo, redibujará por completo el mapa político en Chile, permitiendo la expresión proporcional y la inclusión de sectores minoritarios, como el Partido Progresista de Marco Enríquez-Ominami.
Las nuevas mayorías, de ser aprobada esta ley electoral, podrán expresarse desde los comicios legislativos de 2017, ocasión en que además los migrantes chilenos podrán votar por primera vez para elegir presidente. (DPA)